
Cincuenta aí±os después de servir a los Estados Unidos en el conflicto bélico más largo del siglo pasado, el excombatiente recopila material para su próxima obra.
Por: Martha Santos de LeónPiedras Negras, Coah.- A Francisco Elizalde-Castaí±eda le entusiasma volver a Vietnam. Cincuenta aí±os después las circunstancias son diferentes, ya no va en calidad de soldado de Estados Unidos, esta vez quiere recoger sus pasos de la mano de su esposa.
Pretende ver la otra cara del país en el que vivió los 13 meses más dolorosos de sus 70 y pocos aí±os. En 1966 y 1967 sirvió al gobierno norteamericano recopilando cadáveres de los combatientes muertos en una guerra con la que nadie estaba de acuerdo, para mandarlos de regreso a Estados Unidos.
Muchas veces lloró; unas, porque no sabía si regresaría de la guerra para retomar su sueí±o y hacerse locutor, otras, porque parte de sus obligaciones era registrar las pertenencias de los soldados muertos en busca de algún indicio de su identidad y frecuentemente se encontraba con cartas y fotos que le dolían por la vida frustrada en medio de los combates.
âUna vez me tocó recibir el cuerpo de un soldado que llevaba la foto de su hijo recién nacido y la carta de su esposa en la que le decía que le hablaba de él al bebé, que se lo nombraba todos los días para que supiera que su padre era un guerrero valiente. Nunca conoció a su hijoâ, recordó sin poder evitar la expresión de tristeza.
Hubo otra vez en la que entre el uniforme de un militar muerto encontró la carta que le mandaría a su esposa, en el mensaje celebraba su próximo reencuentro⦠que nunca se produjo.
âUn héroe es alguien que da la vida por defender a su patria, pero en el caso de Vietnam, nada había que hacer allá, todos fueron engaí±ados, al igual que el pueblo estadounidense; todos fueron carne de caí±ónâ, aseguró.
Relató que no todos los que pelearon en esa guerra lo hicieron con armas, como se ve en las películas, sino que a muchos les tocó apoyar a la infantería del ejército y a los marinos de diferentes formas, como a él.
Muchas de esas experiencias quedaron escritas en âSpeedy. La historia de un mexicano en la guerra de Vietnamâ y si bien escribir ese libro sirvió a Elizalde-Castaí±eda como catarsis, ahora el panorama es distinto. En octubre regresará a Vietnam en donde estará 14 días acompaí±ado por su esposa, juntos van a recorrer los lugares que durante la guerra el escritor se quedó con las ganas de visitar.
Con sólo imaginar su viaje, al excombatiente se le ilumina el rostro y modula su voz de locutor sin darse cuenta; se endereza en el asiento para mencionar los sitios que quiere recorrer y piensa en las memorias que va a recopilar, las que conformarán su nuevo proyecto literario.
Si bien âSpeddyâ¦â sirvió en su momento para expresar todo el dolor que le produjo su participación en la guerra, el próximo libro será algo así como expresar el perdón que 50 aí±os después le permite regresar al país que marcó su vida.
Actualmente Elizalde-Castaí±eda radica en Houston. Después de la guerra se casó y fundó su familia, asimismo, hizo realidad su sueí±o de ser locutor de radio. Además de âSpeedy. La historia de un mexicano en la guerra de Vietnamâ, el coahuilense es autor de âHistorias de mi barrioâ, donde en relatos breves cuenta los recuerdos de su juventud en Piedras Negras.