
Estados Unidos; 23 de mayo.- La Corte Suprema de Estados Unidos resolvió el pasado jueves que el entonces presidente Donald Trump tenía la facultad de remover sin justificación a altos funcionarios de agencias federales, pero acotó este poder al declarar que no aplica para los integrantes de la Reserva Federal.
Con una votación dividida de seis a tres, el máximo tribunal respaldó la decisión del mandatario de cesar a Gwynne Wilcox, de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB), y a Cathy Harris, de la Junta de Protección de Sistemas de Mérito (MSPB), sin necesidad de acreditar faltas graves.
Ambas funcionarias habían impugnado sus destituciones, al considerar que sentaban un precedente peligroso para el despido arbitrario de miembros de la Fed, un organismo históricamente autónomo. Sin embargo, la mayoría conservadora del tribunal rechazó ese argumento y subrayó que el banco central estadounidense cuenta con una estructura jurídica y funcional distinta.
“La Reserva Federal es una entidad cuasiprivada, heredera de los primeros bancos nacionales del país, con un diseño que garantiza su independencia histórica”, sostuvo la opinión mayoritaria del tribunal.
La decisión representa un triunfo legal para Trump, quien ha criticado públicamente a Jerome Powell, actual presidente del Sistema de la Reserva Federal, a pesar de haberlo designado en 2018. Aunque no se autoriza su destitución, el fallo refuerza el poder del presidente sobre otras agencias federales con menor autonomía institucional.
Los jueces progresistas discreparon del fallo, al advertir que podría poner en riesgo la estabilidad administrativa y la imparcialidad de órganos técnicos dentro del gobierno estadounidense.
La resolución mantiene el blindaje legal de la Fed, crucial para evitar que su política monetaria sea influida por el poder político, en un momento en que las decisiones del banco central tienen un impacto global.
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