Por Agencia Reforma
Ciudad de México.- Gilberto Guevara Niebla, sobreviviente del Movimiento Estudiantil de 1968, lamentó que el ex Presidente Luis Echeverría haya fallecido sin enfrentar a la justicia.
Guevara, quien fue miembro del Consejo Nacional de Huelga en el año 68 y preso político, contó a REFORMA que esta mañana, al saber la noticia de la muerte del ex Mandatario, tuvo sentimientos encontrados, pues para él siempre fue un criminal.
“Él (entonces Secretario de Gobernación) fue el homicida, el hombre que orquestó la represión del Movimiento Estudiantil, no sólo en Tlatelolco, sino a lo largo de 1968. Él fue el verdugo de Tlatelolco en realidad”, comentó.
“De alguna manera uno no desea la muerte de nadie, pero bueno, saber de ese hombre muerto, bueno, yo pienso en la cárcel, nunca se le juzgó. Debió haber sido juzgado por los crímenes que cometió. La masacre de las Tres Culturas, es el crimen y creo más horrendo que México conoció después de la Revolución Mexicana.
“No se le debió haber perdonado, se le debió haber juzgado y eso nunca ocurrió como debió haber sido. Hay evidencias, múltiples de que él fue quien orquestó la persecución y la represión de los estudiantes”, agregó.
La forma de gobernar de Luis Echeverría, sostuvo, es similar a la que se tiene en este sexenio.
“(Echeverría) fue un Presidente que reveló en el momento de asumir el puesto su megalomanía y su locura. Es decir; es un hombre que despilfarró los recursos de la Nación, un hombre que practicó el populismo; un populismo similar al que hoy estamos viviendo con (Andrés Manuel) López Obrador: repartiendo dinero por todas partes con el fin de incrementar su popularidad”, expuso.
Gilberto Guevara Niebla fue levantado por miembros del Ejército el 2 de octubre en Tlatelolco y llevado a un campo militar, donde fue golpeado. Reprochó que actualmente el Ejército siga en las calles, y que siga cometiendo violaciones de derechos humanos.
“López Obrador, por ambición, terminó aliándose con los militares, cuando infinidad de violencias demuestran que militares bajo el mando del general García Barragán, reprimieron e intervinieron en la universidad, el primero de agosto del 68, volvieron a intervenir el 18 de septiembre y finalmente culminaron su actuación el 2 de octubre”, apuntó.
“Eso quiere decir que el Ejército, no podemos culpar a la tropa, pero sí la élite que manda al Ejército, que mandaba al Ejército, fue cómplice de todos esos crímenes y que ahora López Obrador se una al Ejército y que militarice el país y que le dé un poder extraordinario a los militares, a la élite militar, es algo no sólo vergonzoso para nosotros, sino que ofende la memoria de las víctimas, de muchachos, de mujeres, de niños.
“Murieron no sólo en Tlatelolco, sino a lo largo de la represión del movimiento estudiantil. Creo que no hay dos personajes más megalómanos que Luis Echeverría y López Obrador en la historia del último medio siglo de México. Luis Echeverría igual que López Obrador fue un enfermo de poder, un megalomaloide, desquiciado que hacía todo con tal de ganar popularidad”, añadió.
Guevara como víctima y testigo, dijo, considera imperdonable lo ocurrido bajo las órdenes de Luis Echeverría, tanto en 1968, como en 1971, por lo que el actual mandatario federal debió haber ordenado la investigación, pero consideró, se permitió la impunidad.
“Condujo al país a una ola de corrupción que no ha cesado hasta ahora. Asumió por sus pistolas, la decisión de matar, masacrar a los estudiantes. El 10 de junio de 1971 hubo más de 50 jóvenes muertos, a mí me tocó asistir al sepelio de varios de ellos y fue una monstruosidad, un crimen sin nombre”, consideró.
Gritan víctimas: “¡Ni perdón, ni olvido!”
Para víctimas de la masacre estudiantil de 1968, la herida no se cierra con la muerte del ex Presidente Luis Echeverría Álvarez. Frente a Palacio Nacional, exigen que se castigue a todos los cómplices de quien ayer por la noche falleció a los 100 años.
“¡Ni perdón, ni olvido!”, “¡Castigo a los asesinos!”, gritan al unísono integrantes del Comité 68 ProLibertades Democráticas.
Tras la noticia del fallecimiento del político, al que culpan por las víctimas del 2 de octubre en Tlatelolco y del Halconazo del 10 de junio de 1971, protestan frente a la Puerta Mariana del Palacio Nacional en la Ciudad de México.
Ellos llevan carteles con la cara de Echeverría, en donde se leen frases como “¡Nunca más!”, “¡No a la militarización! y “¡Genocida cerca!”.
En el primer cuadro de la Ciudad de México, a través de un altavoz, leyeron un pronunciamiento sobre el deceso del mencionado.
“Hoy murió el genocida ex presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, uno de los principales perpetradores del genocidio del 2 de octubre de 1968, el crimen de Estado del 10 de junio de 1971, de la política terrorista instaurada por la Brigada Blanca, ejecutora de la ‘Guerra Sucia’, entre otros cuerpos castrenses, policiacos y paramilitares responsables de los vuelos de la muerte, del exterminio de los pueblos enteros en Guerrero, de la ejecución y desaparición forzada de miles de personas”, se indicó.
“Durante más de cinco décadas hemos luchado por el esclarecimiento de lo ocurrido y la exigencia de justicia, castigo a los responsables, reparación del daño y garantías de no repetición. Pese a la política represiva y a la impunidad sostenida hasta el presente, logramos que se abriera un proceso penal en contra de Luis Echeverría y otros corresponsables, en el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció la comisión del delito de genocidio.
“Echeverría pasó más de dos años en prisión domiciliaria y murió como imputado del delito de genocidio, es decir que nunca fue exonerado, se le dejó en libertad bajo de las reservas de ley y amparado desde 2009 por la inacción y argumentos leguleyos de la PGR, ahora Fiscalía General de la República. La muerte de Echeverría no extingue la causa por un crimen de Estado”, añadió.
Resaltaron que la exigencia es la continuación de los procesos judiciales, al aseverar que la lista de perpetradores es conocida, pero gozan de la impunidad y protección política de las autoridades.
“Exigimos una reforma al sistema judicial para que ningún crimen de Estado en contra del pueblo quede impune y jamás se vuelva a cometer. Les recordamos a las instancias encargadas de impartir justicia que los crímenes de lesa humanidad no prescriben”, resaltaron.
“Las organizaciones consecuentes, las nuevas generaciones, las familias de todos los compañeros violentados en sus derechos humanos, y todos los que logramos sobrevivir en esta época represiva, asumimos la vigencia y continuidad de nuestra lucha.
“Insistimos en el acceso pleno de la justicia, la reparación del daño y la garantía de no repetición. Demandamos la extinción de dominio de los cuantiosos bienes de Luis Echeverría para que sean aplicados a la reparación del daño y en favor de sus víctimas. No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. Y quede claro, con la muerte de Echeverría no se extinguen los procesos y causas por genocidio”, se insistió.
