Todo un caos provocó en la carretera federal 57 la caravana de 950 migrantes. Foto: ZM
Monclova.- Todo un caos provocó en la carretera federal 57 la caravana de 950 migrantes que salió hoy de Monclova, al bloquear los dos carriles del sentido de sur a norte en el tramo Monclova-Sabinas a lo largo de 10 kilómetros, afectando a cientos de automovilistas y operadores de unidades de carga pesada que circulaban por el acceso vehicular, sin que ninguna autoridad interviniera en un principio para disolver la interrupción del tráfico, la cual se prolongó por espacio de dos horas.
La situación se salió de control inmediatamente después de que los migrantes bajaron de las 13 unidades del transporte colectivo en las que se les trasladó a alrededor de las nueve de la mañana a la salida norte de la localidad, a la altura del kilómetro 10 de la vía federal, pues iniciaron su marcha por los dos carriles sin importarles que atrás de ellos venían decenas de vehículos.
El compromiso de las autoridades municipales fue que sólo se les transportaría a la salida de la ciudad, pero migrantes de origen venezolano señalaron mientras caminaban que se les prometió que se les trasladaría hasta la ciudad de Piedras Negras.
Como supuestamente no se les cumplió estaban molestos, se sentían engañados, sobre todo por los niños porque una vez más tendrían que caminar soportando el calor y los fuertes rayos del sol, lo que aparentemente originó que bloquearan la vía federal.
Debido a que ninguna corporación policíaca municipal, estatal o federal intervenía para suspender el bloqueo de la carretera federal 57, llegó un momento en que automovilistas y operadores de unidades de carga pesada afectados optaron por continuar su trayecto por el sentido contrario del acceso, concretamente por un carril del sentido de norte a sur, pese a que eso implicaba el riesgo de participar en un accidente vehicular.
Fue hasta entonces que se empezaron a ver en la carretera dos patrullas de la Guardia Nacional División Caminos, cuyos elementos pedían a los migrantes despejar uno de los carriles del sentido de sur a norte para que los vehículos pudieran transitar.
Pero resultó en vano, los migrantes seguían caminando por ambos carriles, incluso decenas de ellos se subieron prácticamente a la fuerza a la caja de camionetas y a de tráilers para que los transportaran, todo esto en presencia de patrullas de la Guardia Nacional.
Elementos de la corporación policíaca federal comentaron a Zócalo Monclova que eran pocos los policías y muchos los migrantes, ante lo que no querían provocarlos para evitar un acto de violencia.
Conforme continuaba avanzando por la carretera federal, la caravana se fue dividiendo en grupos de migrantes, lo que aprovecharon elementos de la Guardia Nacional para solicitarles, utilizando los altavoces de sus patrullas, que despejaran uno de los carriles para permitir que el tráfico vehicular pudiera circular, llamado que los indocumentados atendieron.
Esto sucedió a alrededor de las 11 de la mañana a la altura del kilómetro 20 de la carretera federal 57, cuando ya habían transcurrido dos horas del bloqueo.
Pero algunos grupos de migrantes continuaron bloqueando el acceso para presionar, sobre todo a conductores de camionetas, a que se detuvieran y los transportaran.
Poco a poco los migrantes empezaron a llegar al ejido Primero de Mayo del municipio de Escobedo, mejor conocido como “Hermanas”, donde autoridades municipales instalaron un improvisado campamento en el que se les apoyó con alimentos, bebidas y se les proporcionó atención médica, principalmente curaciones en los pies.
Y es que muchos de los indocumentados tienen sus pies llenos de ampollas por la larga caminata que realizaron y que seguirán haciendo para llegar a Piedras Negras o Ciudad Acuña, por donde pretenden cruzar el Río Bravo para llegar a Estados Unidos.
Fotos: Fidencio Alonso / Zócalo Monclova.
