
Suman 26 denuncias⦠y cero detenidos en Coahuila
Por: Arturo EstradaSaltillo, Coah.- El fraude por medio de las aplicaciones bancarias se ha convertido en un problema creciente en la entidad, tanto así que se ha disparado en 128.5% en lo que va de 2021.
El primer caso en su tipo se reportó en Monclova en 2016; para 2017 se presentaron otras dos denuncias. Entre los ejercicios 2018 y 2019, nada. Ni un reporte.
Pero llegó la pandemia, y a lo largo de 2020 se recibieron siete denuncias en el Ministerio Público, mientras que en el transcurso de 2021 van 16.
En cuanto a montos, por los 26 fraudes los delincuentes se han embolsado 2 millones 354 mil 630.17 pesos; de los cuales 1.2 millones corresponden al aí±o en curso; y ni una sola detención.
El golpe más fuerte se registró el aí±o pasado en Torreón en contra de un cuentahabiente de Santander, a quien le defraudaron 698 mil 199 pesos; el segundo lugar ocurrió en Saltillo a un tarjetahabiente de Inbursa, al que en el presente ejercicio le sacaron 489 mil 999.99 pesos, como se detalla en el oficio FGE-UT/1590/2021.
La ciudad de Torreón es la que ha sufrido mayor número de fraudes: 10 en total, seguida por Saltillo, con siete casos, y Monclova con tres. El resto de las denuncias se ha registrado en Acuí±a, Sabinas, Piedras Negras y Ramos Arizpe.
En cuanto a los bancos, es Santander el que concentra la mitad de las denuncias: 13, seguido por Bancomer, con cinco, y Banco Azteca, con dos. El resto se distribuye entre Scotiabank, Inbursa, Bancoppel, Citibanamex y Banorte.
Mal de pandemia
Para un padre de familia de la clase trabajadora, que le hayan cometido un fraude por 8 mil 500 pesos en su tarjeta de crédito mediante la aplicación móvil, no fue poca cosa, aunque la Dirección General de Unidades de Investigación de la Fiscalía del Estado haya clasificado el daí±o como âcuantía menorâ y a la vuelta de un aí±o no se haya resuelto el caso.
Todo comenzó con una llamada de alerta de un supuesto intento de compra en Amazon, donde âel bancoâ pedía información al cuentahabiente; tras enredarlo por varios minutos, el afectado terminó por brindar información sobre su tarjeta de crédito, lo suficiente para triangular un par de movimientos y saturarle el plástico mediante la aplicación bancaria.
En el banco Santander no se hicieron responsables, así que se puso la denuncia ante el Ministerio Público, donde una vez más se llegó a un callejón sin salida.