Para que la política social del presidente Andrés Manuel López Obrador funcione, se debe medir su eficacia, alertó un experto.
Por: ForbesÂ
La política social del presidente Andrés Manuel López Obrador necesita más estudios e indicadores para medir el impacto que ha tenido en las poblaciones vulnerables, además de fortalecer la articulación con organizaciones sociales, seí±aló Jorge Valtierra, investigador de la Universidad La Salle.
En entrevista para Forbes México indicó que se necesitan más cifras sobre el impacto que tienen los programas sociales en la población, las cuales fueron reveladas la semana pasada por el primer mandatario en su Segundo Informe de Gobierno.
De acuerdo con López Obrador, el 100% de las comunidades indígenas y las personas más pobres del campo y la ciudad se benefician de al menos un apoyo gubernamental; puesto que 23 millones de familias son las favorecidas.
En su discurso, el titular del Ejecutivo aseguró que por la pandemia de coronavirus, en lo que va del aí±o se han destinado 115 mil millones de pesos en programas sociales para beneficiar a 9 millones de adultos mayores, nií±os y menores con discapacidad.
Aí±adió que el gobierno federal también apoyó a más de tres millones de agricultores y pescadores con recursos económicos de manera directa.
Ante dicho panorama, Valtierra subrayó que el Segundo Informe del gobierno federal se debe contextualizar en la emergencia sanitaria que está atravesando el país, por lo que los avances se pudieron ver afectados o interrumpidos.
A pesar de esto, reiteró la necesidad de que la administración federal replante la estrategia con la que combate la desigualdad social y económica:
âNo necesariamente estos programas atacan de raíz la problemática social de estos pueblos, y no me refiero a pobreza material, sino a las políticas que puedan beneficiarlos por el hecho de desconocer los rasgos específicos y rasgos de las comunidadesâ, agregó.
El académico acotó que en México y el mundo se desconoce el contexto, las ideologías y los aspectos culturales de las regiones indígenas o marginadas, las cuales se deberían tomar en cuenta para resolver los problemas de desigualdad que presentan.
âHay un mayor alcance de estos programas pero no significa que se hayan visto resultados o beneficios concretos para las población. Sería importante que el gobierno tuviera una mayor articulación y comunicación con sectores o grupos de la comunidad científica para trabajar en equipoâ, acotó.
El investigador dijo que no sólo se deben contar con datos cuantitativos, ya que el aspecto cualitativo es relevante, como el trabajo que realizan los antropólogos para convivir con las familias que tienen una lógica diferente a la urbana u occidental.
Apuntó que las medidas que se han difundido para evitar la propagación del virus tienen que adaptarse, puesto que no basta con traducirlas a las lenguas indígenas, sino que se deben construir con base en la lógica de las comunidades para que tengan eficacia.
Aí±adió que también hay violencia de género en las comunidades, lo cual se debe atender de manera urgente.