Según la Comisión de Derechos Humanos, en presencia del entonces director torturaron al interno para obligarlo a vender droga.
Por: Redacción
Saltillo, Coahuila.- Las acusaciones que hace tres aí±os advertían tortura, amenazas, venta de drogas y autogobierno en el penal de Saltillo, fueron avaladas por la Comisión de Derechos Humanos del Estado al emitir una recomendación contra el exdirector del centro penitenciario Miguel íngel Rosales Saucedo, mismo a quien la Diócesis de Saltillo acusó judicialmente por amenazas para acallar los testimonios sobre el exterminio de personas en el penal de Piedras Negras.
Según la relatoría de la Comisión, en presencia del entonces director torturaron al interno para obligarlo a vender droga y le decían que tuviera cuidado con la depresión porque podría amanecer ahorcado como otros internos; finalmente afirma el quejoso, los custodios sembraron droga en su celda y lo consignaron ante la PGR.
En ese tiempo, varios internos del Cereso de Saltillo formaban parte de las investigaciones para buscar narcofosas o el paradero de los desaparecidos de Allende.
Reos tenían el control de penal
Las acusaciones que hace tres aí±os advertían tortura, amenazas, venta de drogas y autogobierno en el penal de Saltillo, fueron avaladas por la Comisión de Derechos Humanos del Estado.
Los testimonios de los reos arrojaron que de diciembre del 2009 a enero del 2012, más de 155 personas fueron llevadas al interior del Cereso de Piedras Negras para asesinarlas e incinerarlas.
A través de la recomendación 59/2016, el interno expuso las condiciones de autogobierno que prevalecían dentro del Centro Penitenciario Varonil de Saltillo en 2013, donde un grupo de reos comandado por el crimen organizado controlaba la venta de drogas dentro del centro en complicidad con el director del penal en esa época.
âTambién me golpeaban con una tabla en los glúteos, derivado de los golpes que me propinaban me causaron la fractura de una de mis costillas del lado derecho; cuando dejaron de golpearme, me trasladaron al área de vigilancia especial, sin que me brindaran atención médica; al segundo día de haber sido ingresado en el área de vigilancia especial, me sacaron para regresar a mi celdaâ.
Aseguró que el propio director llamó a su esposa para amenazarla y evitar que denunciara lo que sucedía en el interior del centro penitenciario o de lo contrario algo le pasaría al interno.
En dicha recomendación se destacó la solicitud de un juicio político contra el exdirector del penal por los actos de tortura cometidos dentro del mismo en el aí±o 2013.
