
Durante la jornada se jugaron cinco toros de la ganadería de Alcurrucén y uno de Lozano Hermanos. La actuación de Joselito Adame le dio una oreja pero sus alternantes se fueron de vacío.
Por: Redacción
Francisco Vargas | Saltillo Coah.-Â Actuación llena de pundonor, orgullo, mérito y gran oficio, fue la que tuvo el matador de toros aguascalentense Joselito Adame, la tarde de este sábado en la Plaza âLas Ventasâ de Madrid; lo que le valió cortar una oreja de enorme peso, en lo que fue el doceavo festejo de abono de la Feria de San Isidro 2018, donde sus alternantes Curro Díaz y Juan del ílamo, se fueron de vacío.
Con casi lleno en el coso venteí±o, se jugaron cinco toros de la ganadería de Alcurrucén y uno de Lozano Hermanos, que hizo sexto; todos correctos de presencia pero comportamiento desigual.
Como así lo amerita y una vez más alterando el orden de actuación, Joselito Adame quien vistió un terno de estreno color salmón y oro, con su primero âSegovianoâ, marcado con el número 105, con 564 kilos, bregó con capa de manera atingente, estando lucidos en banderillas Miguel Martín y Fernando Sánchez, por lo que salieron al tercio y se desmonteraron. Con muleta, Joselito comenzó con estatuarios por alto zapatillas clavadas en la arena, siguiendo con dos buenas series por el derecho, ante un toro que tuvo transmisión, mientras que por el izquierdo tuvo embestidas cortas el burel, logrando naturales que no tuvieron la misma proyección por lo que optó continuar por el derecho, trazando en la última parte de su faena, derechazos templados a base de atrasar el engaí±o y acortar la distancia; abrochando con ajustadas manoletinas.
En la suerte suprema dejó una estocada entera en el rincón de Ordoí±ez, recibiendo Adame fuerte ovación que agradeció en el tercio, mientras que el negro listón palmas en el arrastre.
Lo mejor estaba venir con su segundo de nombre âRondeí±oâ, número 191, con 506 kilos, mismo que en sus primeras embestidas se enfrenaba, escupiéndose en varas en la cabalgadura de íscar Bernal, quedándose en el caballo que montó el varilarguero mexicano César Morales. Ante un toro huidizo que colocaba bien la cara en la muleta, Joselito apostó y echó la moneda al aire, y gracias a su sapiencia, técnica, gran oficio y fe, lo fue metiendo al engaí±o al burel, logrando pases por demás meritorios a base de insistir, llevar al burel a su querencia y dejarle la muleta en el cara, sacando pases con diestra que tuvieron calado en el tendido, rematando con pases de pecho ligados, sacando el buen fondo que traía el castaí±o, concluyendo con doblones y estocada efectiva que hizo rodar al astado, teniendo petición de oreja de manera mayoritaria, concediendo el apéndice el juez de plaza, dando la vuelta triunfal Joselito llevando la oreja en su mano derecha y banderas de nuestro país en su brazo izquierdo. Cabe mencionar que no faltó algún que otro aficionado espaí±ol que no estuvo de acuerdo con la premiación, mostrando con ello, el coraje o frustración que un torero mexicano triunfe y se le haya ido por delante a sus toreros, como sucedió también con Luis Adame, quien triunfó de manera categórica ante dos diestros espaí±oles.
Curro Díaz de azul turquesa y oro, con su primero âLetrillaâ, que tuvo ciertas complicaciones pero un buen lado derecho, logró buenas tandas sin escaparse de un volteretón de órdago, al caer a la arena; recibiendo ovación que agradeció en el tercio una vez que dejó estocada.
En este toro Joselito tomó su turno en quites lanceando por chicuelinas vistosas.
Con su otro astado âCorrenochesâ, estuvo breve con capa, mientras que Joselito quitó por caleserias.
Consarga voluntarioso y disposición, con un toro que soltaba la cara, logrando pases aislados Díaz quien dejó pinchazo hondo para silencio.
Juan del ílamo ataviado de verde botella y oro, con âDescaradoâ un toro muy deslucido que no le dio opciones estuvo voluntarioso. Estocada y silencio.
Con el cierra plaza âAlcachobaâ de Lozano Hermanos, manejable que terminó un tanto soso, faltándole rematar en el último tiempo del muletazo, cuajó muletazos de buen contenido artístico que el público supo valorar.
Estocada, tres golpes de descabello para un aviso y silencio.