
El nuevo método lo probaron por primera la semana pasada 14 jóvenes de entre 15 y 17 aí±os.
Por: EFE
Ciudad de México.-Â Un tribunal del distrito de Tongzhou, en el este de Beijing, China, obligó a varias menores de edad culpables de acoso escolar a participar en un programa piloto que tiene por objetivo corregir su comportamiento con disciplina militar. El curso de reeducación, como se le llamó, organizado por la propia corte y una escuela local, dura una semana, conforme al periódico chino Legal Evening News. Por su parte, el diario espaí±ol El País publicó que, si los resultados del curso son positivos, se podría expandir a otros adolescentes que cometan una ofensa similar. "Esperamos que las chicas puedan abrir su mente y se den cuenta de lo inadecuado de su comportamiento anterior, y que aprendan a comunicarse mejor con los demás", aseguró Wei Dan, juez del tribunal criminal del distrito, a Legal Evening News. Las penas varían entre la sanción administrativa hasta una condena de un aí±o y 10 meses de cárcel en el caso más grave. Pero, esta última fue suspendida dos aí±os de forma temporal y únicamente se aplicará en los reincidentes. Las adolescentes, acompaí±adas por sus padres, tomaron clases sobre la ley china en este ámbito y atención psicológica. Además, realizaron varias horas de trabajo social en un asilo para ancianos. Es la primera vez, según el medio chino, que adolescentes culpables de bullying reciben una educación especial fuera de sus centros y bajo tutela de los jueces. Una vez terminado el curso, las chicas que cumplan con los requisitos podrán volver a la escuela. Todas ellas, según Wei, demostraron su voluntad de que así sea, y los institutos también aceptaron su vuelta. El acoso escolar es un problema creciente en el país asiático: China no cuenta con una ley específica al respecto y la normativa que protege a los menores se limita a los casos de violencia por parte de los adultos. La principal razón por la cual estas chicas hirieron a otras personas es que los padres no viven en Beijing con ellas, sino que están trabajando en otras ciudadesâ, explicó el juez. A pesar de tener dinero, cuidan a sus hijas de una forma espiritualmente hueca. Pagan su matrícula, les dan el mejor teléfono celular, pero no reciben una educación por parte de sus padres y crecen demasiado mimadasâ, aí±adió. Los pocos estudios realizados sobre la materia indican que algunos de los factores que contribuyen al acoso entre los menores son, en efecto, por una situación familiar poco estable, la inseguridad en uno mismo y algunos temas que ven en Internet. Después se ven afectadas por contenidos impropios que ven en Internet y deciden intimidar a sus compaí±eros de clase para tratar de liberar sus emociones", concluyó el magistrado.