
Ese era uno de los pocos momentos del día en que cuatro canes de raza pitbull podían permanecer libres en la vivienda
Por: Agencias
Ciudad de México.-Â Cada maí±ana la trabajadora doméstica de la casa ubicada en Museo 51, colonia San Pablo Tepetlapa, en Coyocán, recibía la misma orden: âsuelten a los perros y denles de comerâ.
Ese era uno de los pocos momentos del día en que cuatro canes de raza pitbull podían permanecer libres en la vivienda, antes de ser enjaulados nuevamente.
Sin embargo, por olvido o descuido, nadie advirtió que una nií±a de tres aí±os estaba sola en el jardín. Sus abuelos eran los encargados de cuidarla mientras sus padres trabajaban. La familia tenía dos semanas rentando habitaciones en la amplia propiedad.
El llanto de la menor alertó a otra inquilina del lugar, quien descubrió que Sara F. estaba siendo atacada por dos de los pitbull. También salieron los abuelos, quienes junto con la empleada y la vecina trataron de impedir la tragedia, pero los perros ya habían mordido en el rostro a la nií±a.
Como pudieron ahuyentaron a los animales y envolvieron a la menor en una sábana para meterla a su vivienda.
"Se oía que ladraban muchos perros y la voz de una seí±ora que gritaba desesperada: â¡suéltala, suéltala!â. Cuando salí de mi casa ya estaban las patrullas llegandoâ, relató la vecina Patricia de la Cruz.
Eran las 11:25 horas cuando policías del Sector Xotepingo recibieron una llamada para acudir a la vivienda. Al llegar se entrevistaron con un hombre de 69 aí±os quien les indicó que un perro había mordido a su nieta, por lo que solicitaron una ambulancia.
Elementos en moto del ERUM atendieron la solicitud, pero sólo para certificar la muerte de la menor. âEl ataque fue en la zona de la cara y la cabeza; la nií±a falleció por heridas mortalesâ, confirmó un paramédico.
De acuerdo con relatos de policías que estaban en el lugar de los hechos, la tragedia se desbordó cuando los padres de la nií±a llegaron a la casa después de ser avisados.
Tras el impacto emocional de ver el cuerpo de su hija, Mónica E., de 37 aí±os, quiso disparar contra los perros al intentar despojar de su arma a un agente que resguardaba la escena. Como no pudo conseguir el arma, vencida por la impotencia ella misma se golpeó el rostro con piedras.
También llegó al lugar Eugenio E., de 39 aí±os, propietario del domicilio y de los perros, pero fue detenido y trasladado a la Coordinación Territorial COY-1. Por la tarde, la Procuraduría local indicó el inicio de una indagatoria por el delito de homicidio.
Los dos perros que atacaron a Sara F. y los otros dos, que permanecían enjaulados, fueron llevados por personal de la Brigada de Vigilancia Animal al Centro de Control Canino en Coyoacán.
Tienen perros por inseguridad
Policías y personal de Protección Civil que acudió a la emergencia aseguraron que en la casa había nueve jaulas, pero sólo cuatro estaban ocupadas por los pitbull.
"Nos confirman que tenían un criadero de perros por seguridad, no porque los vendieran o comercializaranâ, dijo un mando de la SSP. Otros colonos también seí±alaron que en la casa había perros porque en zona es muy insegura y además el domicilio ya había registrado intentos de asalto.
"Los dueí±os viven ahí y rentan; siempre se ha oído que es casa de influyente. Tenían dos perros negros chatos a los que les ordenaban matar. Una vez sí atacaron a un seí±or que se saltó y vimos que lo sacaron en la madrugadaâ, afirmó Alejandra Ibarra.
"Aquí después de las 8 de la noche asaltan. Detrás del Museo Anahuacalli hay una ciudad perdida conocida como Bangladesh, es un foco rojo; robo y narcomenudeo se da en ese lugarâ, sostuvo Margarita, otra vecina.
