
Media docena de candidatos sin partido se mueven de cara a las elecciones más grandes de la historia.
Por: Reforma
Ciudad de México.- Casi 30 personajes se mencionan como posibles candidatos a la Presidencia de la República en 2018. Sólo un partido, Morena, tiene definido a su presidenciable: Andrés Manuel López Obrador.
En el PAN, la exprimera dama Margarita Zavala, el dirigente Ricardo Anaya y el exgobernador poblano Rafael Moreno Valle, puntean en una competencia a la que cada semana se suma alguien más.
En el PRD, apuestan a que se concrete el Frente Amplio Democrático, una alianza con el PAN que dejaría sin posibilidades al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel íngel Mancera, y los gobernadores Graco Ramírez y Silvano Aureoles.
El PRI regresa a los tiempos de âel que se mueva no sale en la fotoâ, âel tapadoâ y, probablemente, âel dedazoâ. La Asamblea Nacional priista, en agosto, marcará proyecto, método, tiempos y perfil de candidato.
Además, media docena de candidatos sin partido se mueven de cara a las elecciones más grandes de la historia, en las que, además se renovarán el Congreso, 9 gubernaturas, 984 diputados locales y 2 mil 30 alcaldes.
La idea nació en la campaí±a electoral de este aí±o, durante las conversaciones que Ricardo Anaya y Alejandra Barrales sostenían de cara a una posible alianza de facto en los comicios del 4 de junio.
La posibilidad de que declinaran la panista Josefina Vázquez Mota en el Estado de México y la perredista Mary Telma Guajardo en Coahuila, para fortalecer a un solo candidato en cada entidad, fracasó. Pero, a cambio, cuajó la idea de crear un frente de cara al 2018.
Anaya y Barrales se apresuraron a anunciarlo el sábado 20 de mayo, dos semanas antes de los comicios. Según dirigentes de ambas fuerzas, así lo decidieron para âmadrugarâ a otros militantes de sus respectivos partidos (especialmente los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle, y de Morelos, Graco Ramírez), quienes lanzarían la misma convocatoria para apuntalar sus propios proyectos presidenciales. Pasadas las elecciones, Anaya y Barrales reactivaron el tema.
En sus análisis de los resultados, ponderaron el hecho de que en aquellos estados en los que fueron juntos, PAN y PRD ganaron indiscutiblemente. Ruta panista Anaya llevó el tema del Frente a la Comisión Permanente del PAN el 22 de junio y, tras ocho horas de discusión, en la madrugada del 23 se anunció que Acción Nacional promovería un acercamiento con diferentes actores políticos para construir un Frente Amplio Opositor de cara a las elecciones federales de 2018.
Aunque Margarita Zavala y algunos senadores que la apoyan (como Ernesto Cordero y Roberto Gil) salieron de inmediato a condicionar el Frente a que sea el PAN quien ponga candidata o candidato. Con todo, el tema le permitió a Anaya desactivar las protestas de Margarita Zavala, quien desde el 5 de junio lo urgió a renunciar a la dirigencia, aceptar âlos malos resultadosâ en las elecciones del 4 de junio y convocar de inmediato a un proceso para definir a la candidata o el candidato del PAN rumbo al 2018. Anaya derrotó a Zavala, y ganó más tiempo.
Si hay frente opositor, la elección del candidato deberá hacerse conforme a los tiempos y reglas que se pacten con el PRD entre septiembre y octubre. Y, si el PAN va solo, Anaya podrá renunciar a la dirigencia un día antes de inscribirse al proceso interno, en noviembre.
Camino perredista Barrales convocó a una reunión urgente del CEN perredista el 25 de junio, en la que incluyó a los gobernadores a través de un órgano paralelo llamado Consejo Consultivo.
En unas cuantas horas, logró que se aprobara un resolutivo mediante el cual el PRD convoca a la construcción de un Frente Amplio Democrático que logre ganar con una amplia mayoría en 2018.
Los cuestionamientos y críticas surgieron de inmediato. âLa iniciativa esconde, entre líneas, el verdadero propósito del Frente, que es aprobar cuanto antes una alianza contranatura con el PANâ, afirmó René Bejarano. El PRD llegará al 2018 mermado en casi todas las entidades. Morelos, Michoacán y Tabasco son sus bastiones principales.
Y en los estados donde ganó en alianza con el PAN, su peso electoral es mínimo. Si no hay Frente, el PRD deberá elegir entre el jefe de Gobierno Miguel íngel Mancera, los gobernadores Silvano Aureoles y Graco Ramírez o, incluso, su ex candidato en el Estado de México, Juan Zepeda.
O invitar a un externo, como el exrector Juan Ramón de la Fuente. Ayer, se dejó entrever que surgiría un frente más, Por México Hoy, impulsado por Movimiento Ciudadano, como un gran frente opositor, âdispuesto a cambiar el régimenâ, seí±aló el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro, respaldado por Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral del PRD.
âManceristasâ, a escena Militantes del PRDplantearon ayer a la dirigencia nacional que el candidato presidencial del Frente Amplio Progresista sea Miguel íngel Mancera.
Eduardo Venadero, líder de Vanguardia Progresista, corriente cercana al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, dijo que apoyan la propuesta del CEN perredista de ir en alianza con el PAN en la elección de 2018.
Sin embargo, advirtió, el abanderado de la coalición debe ser una personalidad âexternaâ a ambos partidos, como Mancera, quien no milita en el PRD, aunque fue postulado por ese partido a la Jefatura de Gobierno.
âDecimos sí al Frente, porque rompe los candados de los partidos y es una herramienta más plural e incluyenteâ, expuso.
Proyecto, en semanas El PRI llegará a los comicios de 2018 aún como el partido mayoritario, gobernando a 52.4 millones de mexicanos, con mandatarios priistas en 14 estados, pero en un franco declive. En 2016, perdió las gubernaturas de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. En este aí±o, perdió Nayarit y retuvo con dificultades ây acusado de múltiples irregularidadesâ las gubernaturas de Coahuila y Estado de México, en procesos aún en litigio postelectoral.
La votación del PRI ha caído en paralelo a la popularidad del presidente Enrique Peí±a Nieto y, a un aí±o de las elecciones presidenciales, su prospecto mejor posicionado está en un lejano tercer lugar en las encuestas.
En el PRI, âsuenaâ media docena de posibles aspirantes: Miguel íngel Osorio Chong (el mejor colocado en las encuestas), José Antonio Meade, José Narro, Aurelio Nuí±o, Eruviel ívila y Enrique de la Madrid, a los que se suma la exgobernadora de Yucatán Ivonne Ortega, única que abiertamente ha dicho que quiere ser la candidata.
Otros priistas mencionan a Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del PRI, pero la excanciller es la encargada de instrumentar la 22 Asamblea Nacional partidista que, en agosto, concretará la ruta que seguirá el partido oficial de cara al 2018.
Ruiz Massieu admite que el PRI enfrenta el reto de reposicionarse en las simpatías de los ciudadanos, quienes han censurado en las urnas los excesos de priistas como Javier Duarte (Veracruz), César Duarte (Chihuahua), Roberto Borge (Quintana Roo) y Roberto Sandoval (Nayarit), entre otros. âSabemos que la gente se siente defraudada por el sistema de partidos y nosotros vemos en esta asamblea una oportunidad de mejorar, de modernizar al partidoâ, asegura.
Afirma que un aí±o será suficiente para remontar la mala imagen que dejaron los escándalos de sus exgobernadores, y que la Asamblea Nacional es el primer paso para reposicionar al partido.
Con vía libre para AMLO Andrés Manuel López Obrador vislumbra un camino despejado hacia el 2018: es el candidato único del partido que él mismo dirige; con más de 2 millones de impactos a través de spots de televisión y radio, está posicionado como puntero en la mayoría de las encuestas sobre intención de voto y, en sólo tres aí±os, su partido ha logrado un implante electoral del que carecía en 2006 y 2012. Dos sexenios en campaí±a le han permitido recorrer varias veces al aí±o todo el país; crear una estructura de simpatizantes a los que ha visto cara a cara, que lo han escuchado, lo promueven y le creen cuando afirma que él, como Presidente, seguirá los pasos del héroe que en su imaginario llevaría el nombre de âBenito Cárdenas Maderoâ.
âEl crecimiento de Morena es el más sostenido y constante.
Incluso en el norte, donde no se tenía presenciaâ, afirma Horacio Duarte, representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral y coordinador de la reciente campaí±a de Delfina Gómez en el Estado de México.
Las cifras avalan el optimismo de Duarte: el partido de López Obrador obtuvo 2 millones 505 mil votos en sólo cuatro estados que tuvieron elecciones el pasado 4 de junio.
De esos votos, 1.7 millones los cosechó en Estado de México y medio millón en Veracruz, dos de las entidades que más pesan en el tablero electoral nacional.
En Nayarit y Coahuila, se colocó en tercer lugar. Ya en 2016, Morena había desplazado al PRD como tercera fuerza a nivel nacional.
En las 14 elecciones del aí±o pasado, compitió sin aliados, y cosechó 2.6 millones de votos. Se confirmó como primera fuerza en la Ciudad de México; se ubicó como segunda fuerza en Veracruz y Zacatecas, y como tercera en Oaxaca, Puebla y Quintana Roo.
Candidaturas como las de la maestra Delfina Gómez, en el Estado de México; el empresario Armando Guadiana, en Coahuila, o el catedrático Cuitláhuac García, en Veracruz, le han redituado al lopezobradorismo.