
También podría mejorar la forma física de pacientes.
Por: Agencias
Espaí±a.- Puede que dentro de unos aí±os baste con tomar una píldora para obtener los beneficios de hacer deporte sin moverse de la silla. Varios grupos de investigación trabajan con este objetivo, pensando no solo en los más vagos, sino en personas con sobrepeso, envejecidas, con enfermedades de corazón o respiratorias a las que les cuesta mucho calzarse las zapatillas deportivas. En esta carrera científica, un grupo de investigadores del Instituto Salk de Estados Unidos ha identificado un compuesto químico que mejoraría la resistencia aeróbica e incrementaría también la quema de grasa. Al menos en ratones. SIN IR AL GIMNASIO En el experimento realizado en el laboratorio, los ratones tratados con el medicamento lograron correr 270 minutos antes de caer exhaustos, un 70 por ciento más de los roedores que no fueron medicados. El trabajo se publica en la revista «Cell Metabolism» y abre la puerta al desarrollo de medicamentos que incrementen la quema de grasa en personas con obesidado diabetes del tipo 2 . También podría mejorar la forma física de pacientes, por ejemplo, antes y después de una cirugía. Y, todo, sin machacarse en el gimnasio o haciendo «running». La pena, para los sedentarios, es que esta investigación solo ha demostrado su eficacia en animales de laboratorio y aún queda mucho camino por recorrer para que esta nueva pastilla «milagro» llegue a las farmacias. De momento, ya hay compaí±ías farmacéuticas interesadas en la investigación y en hacer ensayos clínicos con humanos, dicen los investigadores. Mientras, siempre puede recurrir al entrenamiento diario, la mejor forma de mejorar nuestra resistencia física, sin atajos químicos. GRASA O GLUCOSA Cuando los científicos investigaron qué ocurría al tomar el medicamento a nivel molecular descubrieron cómo el fármaco cambiaba la expresión de 975 genes, bien porque la suprimió o se incrementó. Curiosamente, aumentó la expresión de los genes relacionados con la quema de grasa y redujo la de aquellos vinculados a la toma de energía de los hidratos de carbono. Esto sucede porque el fármaco consigue que la glucosa no sea la fuente de energía de los músculos y la conserva para el cerebro. Activar la quema de grasa lleva más tiempo que quemar glucosa, por eso el cuerpo generalmente recurre a la glucosa, salvo que haya una razón para no hacerlo, como alimentar el cerebro durante largos periodos de gasto energético. Aunque los músculos pueden quemar glucosa o grasa, el cerebro prefiere el azúcar. Esto explica por qué algunos deportistas, sobre todo corredores, cuando sufren la temida «pájara» y se quedan sin glucosa experimentan una fatiga tanto mental como física.
Con información de ABC.Es