
El periodista tapatío narra el asesinato del cardenal Posada en su novela Casquillos Negros.
Por: Christian García
Saltillo, Coahuila.- El asesinato de un cardenal de la Iglesia católica ocurrido hace 23 aí±os es el tema que el periodista y escritor Diego Petersen Farah utiliza cómo eje central para escribir su nueva novela, Casquillos Negros (Tusquets, 2017), obra de género policíaco en donde la política, el crimen y la religión se mezclan en los turbulentos pasajes de la corrupción nacional. âLa idea de la novela surge de hacer una recreación del caso del asesinato del cardenal Posadas, que en su tiempo causó mucha polémica por el gran número de cabos sueltos que dejó, pero hay un elemento que estuvo fuera de la evidencia, una serie de casquillos negros que rodeaban el auto de Posadas, los cuales no pertenecían al narcotráfico como se había dichoâ, comentó Petersen en entrevista con Zócalo. âA partir de esto fui estructurando una novela, la cual enmarcó completamente en el género de la novela negra, ya que su ambientación y sus personajes son los comunes dentro del género negro, donde el principal es Adalberto Zaragoza, quien es un periodista. La novela no intenta decir qué es lo que pasó, sino lo que pudo haber pasadoâ, aí±adió. REDACTAR UN ASESINATO A partir de este crimen, cuya historia es de por sí interesante, Petersen opta no involucrar al lector en la pura fábula del asesinato, sino darle una novela que pueda leerse por diversión y gusto, en donde la realidad se mezcle con la ficción pura. âLo más complicado y complejo para mí es que fuera realmente una novela negra y no caer en la tentación de narrar un caso real, sino que el libro se pudiera leer aunque el lector no sepa o no quiera saber nada sobre el asesinato del cardenal Posadas, era tener una secuencia narrativa que fuera atractiva, esa es la parte técnica. âLa otra es ir dosificando la información, ya que hay partes que son totalmente ficcionadas y otras que son reales, pero para el efecto narrativo de la novela da igual cuál es cuálâ, dijo el escritor. Para narrar la novela, el autor hace uso de las habilidades aprendidas durante aí±os de práctica del trabajo periodístico, con el cual desentramó las redes tejidas entre las instituciones y personajes de la época. âEl problema del caso Posadas era aislar el asesinato del contexto, el cual era en ese momento una mezcla de grandes intereses políticos, del narcotráfico y de las grandes corporaciones policiales y militares, quienes estaban involucradas de alguna manera, ya que hasta la Iglesia lo estaba, debido a que había lavado mucho dinero durante aí±os. âHabía un gran involucramiento y de apoplejía en la sociedad. La manera de explicar esto fue utilizando el método más simple, que es el de la investigación por medio del periodismoâ, detalló. Petersen no sólo utiliza sus conocimientos, sino que también traspasa un poco de su personalidad al personaje principal, y también da una muestra del trabajo y la visión que tiene un periodista en cuanto a los asuntos que dominan a la sociedad. âSin duda mi oficio siempre ha sido el de periodista, pero ahora volcado a narrador y se refleja en la obra no sólo en el personaje, el cual es periodista, sino porque el libro te permite asomarte al lado de la sociedad al cual los periodistas son los más cercanos. âNosotros vemos lo que pasa por debajo, en los sótanos, y si eso lo mezclas con el género en el que escribí esta novela, descubres las contradicciones de la sociedad y del individuo, porque todos los tenemos: desde éticas, morales y políticasâ, explicó. MíXICO NEGRO El que la novela de género detectivesco o policiaco tenga una tradición en nuestro país no es gratuito, debido al entorno social en el que se desarrolla nuestra nación, según Farah. âCreo que la novela negra tiene una intención que es narrar la manera y el lado oscuro de la vida. Es una cosa muy sociológica en la novela negra que de otra manera se mantendría oculta. Esto nos revela el lado oscuro de las personas, pero también te retrata el lado B de la sociedadâ âMéxico requiere, para retratarse a sí mismo, a la novela de género y que ha tenido la suerte de contar con grandes escritores que han creado una corriente interesante y atractiva para el gran públicoâ, comentó el narrador. Esta relación de nuestro país con la novela de corte criminal está directamente ligada al acceso que tenemos con estos hechos, a los que los escritores se encuentran más cercanos en cuanto a su actividad observadora. âLos temas tienen que ver con los narradores y los tiempos. En estos momentos vemos grandes problemas con el narcotráfico y por eso vamos a narrar el narcotráfico. La literatura es un retrato y una perspectiva de narrar a la sociedad y sus contradiccionesâ, finalizó el escritor.