
En su oración, el pontífice pidió por ânuestros hermanos arrasados por la violencia, por la indiferencia y por la guerraâ.
Por: Agencias
Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco presidió ayer, en una Roma blindada, su quinto Vía Crucis como pontífice alrededor del Coliseo, al término del cual rezó por âla sangre vertida por los inocentesâ por guerras e injusticias.
Al final del sugestivo recorrido con el que se conmemora el calvario de Cristo hasta su crucifixión, el Papa pronunció más de siete veces la palabra âvergí¼enzaâ para enumerar los pecados, omisiones, injusticias, escándalos y horrores que azotan al mundo y a la misma Iglesia.
Vergí¼enza por la sangre inocente que cotidianamente viene derramada por mujeres, nií±os, emigrantes, personas perseguidas por el color de piel o por su pertenencia étnica, social, o por su fe en tiâ, dijo el Papa con voz firme y a la vez conmovida.
Dirigiéndose al Cristo crucificado, el Papa argentino reconoció su âvergí¼enzaâ âpor todas las imágenes de devastación, de destrucción, de naufragio, que se han convertido en ordinarias para nosotrosâ, agregó.
El Papa reconoció también su âvergí¼enza por todas las veces que obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas hemos herido tu cuerpo, la Iglesiaâ, dijo en un alusión a los abusos cometidos por curas pedófilos.
En su oración, el pontífice pidió por ânuestros hermanos arrasados por la violencia, por la indiferencia y por la guerraâ e instó a âromper las cadenas que nos tienen prisioneros en nuestro egoísmo, en nuestra ceguera involuntaria, y en la vanidad de nuestros cálculos mundanosâ.
El recorrido nocturno alrededor del monumento romano se celebró este aí±o en un clima particular, marcado por las fuertes medidas de seguridad adoptadas desde los atentados del domingo en Egipto contra dos iglesias de cristianos coptos y que costaron la vida a 45 personas.