
El criminólogo mataba con las flechas a las mujeres y las descuartizaba para luego devorar su carne.
Por AgenciasÂ
Ciudad de México.- Cuando Stephen regresaba de su universidad en Bradford, y el estrés del postgrado agotaba sus energías, callaba en clase per no perdía ningún detalle, apuntaba y grababa cada comentario en clase que pudiera ser útil, su mirada se dirigía a su notas sin importarle cuántas personas había a su alrededor. Y al llegar a su hogar, sólo deseaba sentarse frente a la computadora, concentrarse en transcribir los apuntes de la maí±ana, pero los lejanos ruidos le incomodaban.
De acuerdo con información de El Gráfico, Steph recordó que no comido absolutamente nada, y decidió acompaí±ar su tarea con un bocadillo, posteriormente, abrió el refrigerador y se dio cuenta que la carne escaseaba, por lo que tendría que apresurar sus planes para conseguir un poco más, pero decidió comer un trozo medio cocido, luego lo calentó y se fue al escritorio donde trabajaba, mientras recordaba su clase, alzaba la mirada, quería evitar una leve sonrisa que empezaba a dibujar su rostro, no pudo más y soltó la carcajada en la que el estruendo y el asco se combinaban a la perfección.
La maí±ana siguiente, su clase de historia criminal en Bradford fue sobre psicopatía y canibalismo, esa tarde, el trozo de carne en su plato perteneció a la última de las prostitutas que había matado cruelmente, esa noche en su sótano le esperaba una nueva víctima que pronto se convertiría en un nueva y exquisita comida. Así era la vida de Stephen Griffiths.
Sin embargo, la era del comercio digital ha facilitado el acceso a las armas en cualquier parte del mundo, por lo que de esa forma, Griffts compró una poderosa ballesta con la que asesinó al menos a tres prostitutas que ofrecían sus servicios en Bradford, Inglaterra.
Durante el juicio, Stephen horrorizó a la sociedad inglesa al aceptar haber caído en actos de canibalismo, las autoridades mostraron como evidencia parte de su historial en línea en el que resaltan diferentes perfiles e investigaciones sobre asesinos seriales, así como el haber adquirido una ballesta en la tienda en línea Amazon.