Hunt, Texas — En el pintoresco paisaje de Hunt, Texas, junto al serpenteante río Guadalupe, Jane Ragsdale era mucho más que un nombre: era una institución. Una figura central en el desarrollo juvenil y la educación al aire libre, encarnó el espíritu del Campamento Heart O’ the Hills, un campamento de verano para niñas que ayudó a moldear por generaciones. El viernes, mientras devastadoras inundaciones arrasaban el Texas Hill Country, cobrándose vidas y desplazando a decenas, la muerte de Ragsdale emergió no solo como una profunda pérdida personal para su comunidad, sino también como un símbolo de una tragedia que sigue desarrollándose.
Las autoridades confirmaron a Jane Ragsdale como una de las 13 víctimas fatales hasta el viernes por la noche, a raíz de las inundaciones repentinas que desbordaron la región de Kerrville y sus comunidades aledañas. Con al menos 20 personas más aún desaparecidas, las operaciones de búsqueda y rescate continúan sin cesar. Para quienes conocieron a Ragsdale, quienes crecieron bajo su guía o trabajaron a su lado, su partida significa una herida mucho más profunda que el nivel del agua que dejaron las inundaciones.
La trayectoria de Jane Ragsdale en Heart O’ the Hills Camp, conocido cariñosamente como "HOH", comenzó en la década de 1970 como campista y luego consejera. Desde entonces, mostró las cualidades que definirían su liderazgo: observadora, firme y dedicada a las niñas a su cargo. Su ascenso en el mundo de los campamentos no fue por ambición, sino por un profundo sentido de servicio a una causa mayor. En 1976, se convirtió en copropietaria, un hito importante para una mujer en la industria. Doce años después, en 1988, asumió el título de Directora del Campamento, un rol que para ella era una misión sagrada. Durante más de tres décadas, fue el latido de HOH, asegurando que cada niña encontrara allí un lugar para crecer.
Bajo su dirección, el campamento floreció, no con expansiones llamativas, sino a través de la tradición intencional, una programación cuidadosa y una fe inquebrantable en el valor de la infancia. Compañeros y amigos a menudo se referían a ella como el "corazón y alma" del campamento. Ella vivía en la propiedad, trabajaba incansablemente y supervisaba cada detalle, desde el currículo hasta el diseño de las cabañas. Sin importar cuán administrativo se volviera su rol, siempre estuvo presente, conociendo a las niñas por su nombre y enviando notas escritas a mano a las familias.
La reputación de Jane trascendió Hunt, Texas, alcanzando un estatus casi legendario. En 2022, recibió el Pioneer Trailblazer Award de la Pioneer Alumni Association, reconociéndola como pionera en el desarrollo juvenil a nivel estatal y nacional. También fue honrada con el Speedy Altman Award, el máximo reconocimiento a la trayectoria otorgado por la Camp Owners and Directors Association (CODA). Estos premios, sin embargo, nunca la definieron. Ella siempre desviaba la conversación hacia las campistas, humilde en su liderazgo pero feroz en su propósito.
Su muerte, entonces, se siente inmensamente profunda y trágicamente apropiada, ligada al lugar al que dedicó su vida. Aunque los detalles exactos de su fallecimiento no se han revelado públicamente, se sabe que Jane Ragsdale fue arrastrada por la catastrófica inundación que arrasó Kerrville, Hunt y las áreas circundantes del Texas Hill Country. Una poderosa y veloz tormenta descargó pulgadas de lluvia en pocas horas, provocando que el río Guadalupe se desbordara con asombrosa rapidez. Quienes la conocían sospechan que, en medio del caos, Jane probablemente estaba haciendo lo que siempre hacía: proteger a los demás primero.
Mientras la búsqueda de desaparecidos continúa, la noticia de su fallecimiento resuena más allá de Texas, llegando a la red nacional de directores de campamentos, consejeros y exalumnos a los que impactó. La comunidad de Hunt ya está de luto, con iglesias organizando vigilias y el personal de Heart O’ the Hills coordinando con consejeros de duelo. A pesar de la devastación, la muerte de Jane Ragsdale se erige no solo como una pérdida inmensa, sino como una razón para seguir adelante. Su legado, grabado en décadas de campistas, consejeros y fogatas, perdurará. Como ella misma escribió: "Cuando te entregas a algo en lo que crees, nunca lo dejas atrás. Te conviertes en parte de ello. Te conviertes en su latido".
Con información de pressow
