Por FRANCISCO VARGAS M.
El novillero Bruno Aloi realizó lo más destacado en la Plaza de “Las Ventas” de Madrid, la noche de este jueves 3 de julio de 2025, en lo que fue el Segundo Festejo del Certamen "Cénate Las Ventas", donde el joven mexiquense, demostró sus grandes avances y convenció al exigente público madrileño, tras realizar dos faenas distintas en forma, pero ambas basadas en la enorme entrega, valor y quietud; estando cerca de cortar una oreja al segundo novillo de su lote, luego de haber emocionado a la gente ante la pertinaz e intensa lluvia.
Ante más de un tercio de entrada (9 mil 794 espectadores), en noche calurosa y con tormenta a partir del segundo novillo e intermitentes ráfagas de viento, se jugaron novillos de la ganadería de Sagrario Moreno, bien presentados, armoniosos de hechuras, serios y manejables en general.
Bruno Aloi con su primer novillo, astifino de cornamenta y de buenas hechuras, siempre trató de torear con ceñimiento y despaciosidad. Con el capote, destacó al lancear a la verónica y tapatías con las que puso en suerte de varas al ejemplar de la divisa toledana. Con muleta, su faena tuvo estructura y pasajes interesantes, sobre todo con la mano izquierda, trazando naturales
largos y templados, aprovechando en todo momento la nobleza del de Sagrario Moreno, al que toreo con pulso, mimo y buen gusto. A la hora de hacer la suerte suprema, tuvo la mala fortuna de que la espada golpeó una banderilla, y en el segundo viaje colocó una estocada entera. El público reconoció todo lo hecho brindándole calurosa ovación que agradeció en el tercio.
En lo que toca con su segundo, el de más cara del encierro, un tanto basto de hechuras, Bruno volvió a demostrar su entrega desde que se abrió con capote. Posteriormente hizo una faena recia y valiente, que inició con un péndulo de rodillas en los medios y varios pases en redondo de exquisito trazo, pasándose muy cerca los pitones del burel que se movió con exigencia en sus embestidas y bajo una llovizna que no influyó en nada la comprometida y seria actitud de Aloi, ni siquiera cuando el viento sopló con fuerza y le movió constantemente la muleta. El trasteo discurrió más por el pitón derecho, pues cuando intentó probar por el izquierdo, éste se quedaba un tanto corto. Terminó su faena toreando con doblones muy toreros para cerrarlo en el tercio. Dejó una estocada entera un tanto desprendida que provocó derrame, por lo que un sector del público protestó, de otra manera hubiera cortado una oreja de peso, quedando en merecida ovación.
Fabio Jiménez escuchó palmas y silencio en el otro.
Por su parte Pedro Luis recibió palmas y silencio tras aviso en el cierra plaza.
La firme y lucida actuación de Bruno Aloi dejó huella entre el público y los profesionales, de cara a los próximos compromisos de su interesante temporada europea; en la cual seguirá confirmando que: “La grandeza del toreo es la bella creación del arte, en donde se pone en juego la existencia de la vida sobre la muerte”.
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