Por FRANCISCO VARGAS M.
Para festejar el XXV aniversario del Cortijo “San Rafael” ubicado en la comunidad de San Martín de Porres, situada al poniente de la ciudad capital de Aguascalientes, propiedad de Alfredo Arellano Medina, la tarde de este domingo 8 de junio, se llevó a cabo un interesante Festival Taurino de Lujo, mismo que firmó el joven diestro aguascalentense José Miguel Arellano, al cortar dos orejas y con esto fue profeta en su casa. Por su parte el potosino Fermín Rivera y el aquicalidense José María Hermosillo, cosecharon un apéndice respectivamente; mientras que el mexiqueño José Mauricio escuchó palmas y el novillero también acalitano tuvo silencio tras dos avisos.
Una vez que se hizo el paseíllo y ante un lleno en las gradas del cortijo, la empresa “Casa Garza, Impulso Taurino”, entregó por conducto del matador Raúl Rocha, un reconocimiento a Alfredo Arellano, por los 25 años de su cortijo. Con un clima caluroso saltaron al ruedo cinco astados de la ganadería jalisciense de Puerta Grande, correctos de presentación y sin complicaciones. Primero noble con poca fuerza;
segundo, no fácil; tercero, obediente y fijo; cuarto, bravo con clase y recorrido, premiado con la vuelta al ruedo; quinto, soso y con fuerza medida.
FERMÍN RIVERA
A “Aniversario”, lo saludó con suaves lances a la verónica cerrando con media. Por bajo inició, viniendo series por el derecho de buen trazo sin exigir al noble cárdeno que le faltó fuerza, pases que fueron rematados con cambio de mano por delante. Por el izquierdo, naturales con tersura y largueza sin afectaciones, continuando por el lado diestro, sacando uno a uno, intercalando adorno cambio de muleta por la espalda y dosantinas, finalizando con pases rematados a pitón contrario. Media trasera un tanto caída para cortar una oreja.
JOSÉ MAURICIO
A “San Rafael”, le trazó verónicas jugando los brazos cerrando con vistosa media, quitando de buena manera por mandiles rematados con revolera. Ya con muleta logró una faena de solvente técnica, empeño y entrega a un burel no fácil que volvía en un palmo y presentó ciertas complicaciones, arrancándole meritorios pases, siendo los de mayor lucimiento, los realizados por el pitón derecho. Pinchazo hondo, pinchazo, y golpes de descabello, recibiendo palmas de aliento.
JOSÉ MARÍA HERMOSILLO
El tercero de la tarde fue “125 Años”, mismo que recibió con un par de buenas verónicas. En lo que toca con muleta, realizado su brindis a Alfredo Arellano, con firmeza fue la manera de iniciar su faena de gran torería, siguiendo con diestra ligando pases templados que tuvieron conexión en el tendido, a un astado que fue obediente pero que le faltó un punto de fuerza. Por el izquierdo, naturales largos con proyección, siguiendo con artísticos derechazos atrasando el engaño y más por el izquierdo con la misma conexión que le fueron jaleados. En la suerte suprema colocó una estocada una tanto baja siendo premiado con una oreja.
JOSÉ MIGUEL ARELLANO
Saltó al redondel “Aquí Nací”, con el que se abrió a la verónica jugando los brazos, cerrando con dos medias pintureras, quitando de la misma manera lucida por el lance fundamental, abrochando con media viendo los tendidos. Muleta en mano, caminando del tercio a los medios, fue la manera de comenzar su faena de clase, misma que continuó con diestra, trazando pases de profundidad y empaque. Se pasó la sarga a la izquierda estando en ese mismo tenor del buen toreo, aprovechando en cada pase las nobles, bravas y claras embestidas de cárdeno oscuro, intercalando adornos como el desdén. Por el derecho continuó con el mismo temple y largueza, finalizando con naturales atrasando el engaño. Media desprendida para ser premiado por el
juez Carlos Montes con las dos orejas, dando la vuelta triunfal acompañado del ganadero Adrián Salas.
MARIO RANGEL
El cierra festejo fue “Un Sueño”, al que saludó de hinojos rodillas en tierra con una larga cambiada cerrado en tablas, ya incorporado verónicas y media. Realizado su quite vistoso por caleserinas y una vez que brindó a Alfredo Arellano y a su hijo José Miguel, trazó pases a media altura, prosiguiendo con derechazos. Por el izquierdo, el novillo fue cortó por lo que acertadamente siguió con diestra sacando pases de empeño y disposición ante las sosas embestidas del cárdeno, finalizando con ajustadas manoletinas. En la suerte suprema se puso muy errático con el acero, por lo que escuchó dos avisos, retirándose entre silencio.
