Por FRANCISCO VARGAS M.
El matador de toros aguascalentense Joselito Adame, en lo que fue su corrida número 600 y su paseíllo 18 en la Plaza “Las Ventas” de Madrid; no tuvo el triunfo que toda la afición mexicana esperaba, al igual que él; mostrado su solvente técnica y oficio. Por su parte Manuel Escribano derrochó entrega toda la tarde y confirmante Alejandro Peñaranda, dio la única vuelta al ruedo.
Ante tres cuartos de entrada y una asistencia de 17, 783 espectadores; con un clima agradable y algo de viento en parte del festejo, se jugó un encierro cinqueño de la ganadería de Lagunajanda, bien presentado sin complicaciones. Primero, pronto se vino a menos; segundo, pronto y fijo en sus embestidas; tercero, con movilidad; cuarto, rebrincado y rajado; quinto, noble con recorrido; sexto, repetidor y manejable.
MANUEL ESCRIBANO (Verde Aguamarina y Oro)
A su primero “Triguero”, número 53 con 574 kilos, lo lanceó a la verónica jugando los brazos. Una vez que fue desmontado el picador Juan Peña, Joselito quitó de manera vistosa por chicuelinas. Cubrió el segundo tercio haciéndolo con facilidad y de manera lucida. En lo que toca con muleta, una vez de la devolución de los
trastos, el diestro de Gerena con un astado que empezó con la cara suelta, una vez sometido tuvo fijeza y prontitud, haciendo Escribano una faena entendida, trazando algunos pases con profundidad. Bajonazo, estocada trasera y tendida, sufriendo un susto, para silencio tras aviso.
Con su segundo “Vengador”, marcado con el número 22, con 535 kilos, se fue a los medios del ruedo para saludarlo rodillas con una larga cambiada y verónicas ya incorporado. En varas el negro se escupió a la cabalgadura montada por Juan Fco. Peña. Una vez más cubrió el tercio de banderillas con soltura, lucimiento y facilidad, recibiendo palmas del respetable. Tomó muleta para irse al centro del ruedo e iniciar con pases cambiados por la espalda, prosiguiendo con un trasteo de disposición y esfuerzo, sacando meritorios pases a un toro rebrincado y rajado. Estocada entera trasera y palmas.
JOSELITO ADAME (Marfil y Oro)
Su primero fue “Papelero”, número 32, con 562 kilos, mismo que recibió con lances a la verónica a pies juntos, tomando su turno Alejandro Peñaranda, quitando brevemente por chicuelinas. Muleta en mano, Joselito se dio a torear pronto con diestra siendo molestado por el viento, logrando enseguida series por el mismo lado mano baja para controlar un tanto los vuelos de la sarga, misma que se pasó a izquierda, trazando naturales ayudados al colorado astado.
Nuevamente se llevó el engaño a diestra trazando pases que no tuvieron el eco deseado, finalizando con adornos de trincherilla. Hizo la suerte suprema a recibir pinchando, otro más, estocada un tanto desprendida, y dos golpes de descabello para silencio.
A su segundo “Sifuera”, herrado con el número 21, con 568 kilos, jugó los brazos por ambos lados a la verónica. En varas el toro no peleó la primera vez que fue llevado al caballo ante las protestas del respetable. Quitó vistosamente por chicuelinas y tafalleras. En lo que toca con muleta, brindó a la Gobernadora de Aguascalientes, Tere Jiménez Esquivel, y a su esposo, el ganadero Luis Alberto Villareal García, para iniciar por alto pies clavados en la arena y desdén. Enseguida un par de tandas por el derecho logrando pases mano baja. Por el izquierdo vinieron naturales dando largueza a los vuelos del engaño, prosiguiendo con diestra logrando pases mostrando una vez más su técnica ante las nobles y francas embestidas del astado. Regresó mano izquierda citando de frente sacando pases uno a uno ante un público frío que poco lo jaleó. En la parte final atrasó el engaño para derechazos con el mismo oficio, dejando una estocada entera, para un aviso y palmas.
ALEJANDRO PEÑARANDA (Blanco y Oro)
Con su primero que abrió el festejo, toro de su confirmación de nombre “Vinatero”, número 51, con 545 kilos, bien de capa al recibirlo con verónicas por ambos lados. Tomó su turno Manuel Escribano para quitar con
brevedad con dos delantales. Realizada la ceremonia de confirmación de alternativa, con un astado noble en sus embestidas pero que pronto se vino a menos, estuvo con voluntad y disposición, haciendo un trasteo medido, arrancándole pases que no alcanzaron a tener mucho eco en el tendido, cerrando con joselillinas. Media tendida trasera, golpes de descabello para aviso y silencio.
El cierra plaza fue “Navajero”, número 13, con 547 kilos, con el que abrevió capa en mano. Con firmeza por bajo comenzó su faena muleteril que tuvo estructura, misma que fue de entrega, valor y disposición, ante un toro de respetable cornamenta repetidor en sus embestidas y manejable, teniendo sus mejores momentos por el derecho. Estocada desprendida para petición de oreja no concedida, dando una vuelta al ruedo con fuerza.
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