
Saltillo, Coahuila; 03 de mayo.- Tras el apretón que le dieron el Estado y la Federación al flujo migratorio desde finales del 2023 hasta la actualidad, debido a que puso en riesgo la economía y la seguridad de Coahuila, la cantidad de migrantes que pasan al día por la entidad disminuyó 95 por ciento.
Y para colocar la puntilla, bastaron 100 días de Donald Trump, de amenazas, de despliegues militares al estilo Hollywood, para enviar a la “extinción” el negocio de los “pateros” o “polleros” en la frontera Coahuila-Texas.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno de Coahuila, esta disminución afectó la operación de las bandas que trafican personas hacia Estados Unidos, “mediante el Centro Nacional de Inteligencia hemos identificado a estos grupos, se les ha perseguido y judicializado”, informó Óscar Pimentel, titular de la institución.
“Se ha dialogado con las casas de migrantes para que no caigan en el juego de estas bandas”, dijo el funcionario, quien reconoció que los criminales utilizaban a los refugios como una base para mantener seguros a los migrantes en lo que armaban un plan para continuar su tráfico hacia la frontera.
A finales de 2023, el Estado decidió coordinarse con la Federación, el Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de la Defensa para disuadir el paso de migrantes, debido a que la última crisis, en diciembre de aquel año, provocó el cierre de la frontera y un daño a la industria y la economía estatal.
“Las empresas exportadoras se ven afectadas por los cierres de la frontera, es toda una cadena de daños que no podemos permitir”, dijo Pimentel durante la entrevista.
A partir de que comenzó la coordinación, la tendencia de migrantes empezó a bajar de manera significativa, primero entre el 2023 y el 2024, cuando el flujo pasó de mil 101 personas a 314, es decir, una disminución de 71 por ciento.
Después, en el 2025 las circunstancias dieron otro giro, debido a que el presidente Donald Trump asumió el poder en Estados Unidos y mediante amenazas y decretos desmotivó a los migrantes a correr el riesgo de intentar llegar desde el Caribe, Centro y Sudamérica hasta la frontera, en especial la de Coahuila con Texas.
Año ‘secuestrado’
El 11 de enero de 2024, Texas tomó control del Shelby Park, en Eagle Pass frente a PN, ante los cruces y la amenaza fronteriza, desatando el debate en la localidad al ser un importante punto de encuentro y de referencia de la amistad entre ambas comunidades fronterizas. Apenas en semanas recientes, fue reabierto al público.
El tren fue clave
Las bandas de traficantes de personas –desde el sur del país–, operaron las rutas hacia la frontera tanto por carreteras como por tren, situación que arrojó imágenes de cientos de personas, en su mayoría centroamericanas, viajando en “La Bestia” y conectándose hacia Acuña o Piedras Negras, desde Torreón o desde Monterrey, pasando por Ramos Arizpe y Monclova.
Arribo masivo
En los primeros años de la Administración Biden las cifras de cruces ilegales por el río Bravo se mantuvieron por miles, prácticamente a diario, obligando a ciudades como Eagle Pass, Del Rio, Laredo o McAllen, a establecer centros provisionales de procesamiento o a través de la renta masiva de cuartos de hotel para albergar a personas que esperaban cita de asilo.
Caída del flujo
2023
33,495 migrantes al mes
1,101 diarios
2024
9,588 migrantes al mes
314 diarios
2025
1,689 migrantes al mes
56 diarios
CIFRAS
5 mil dólares llegaban a cobrar “polleros” a migrantes que cruzaban de Coahuila a Texas
71 mil cruzaron por el sector Del Rio en diciembre 2023, la mayoría por Eagle Pass
8 mil cruces se alertaron el 1 de enero de 2024
230 a 330 personas albergadas en espera de cruce en Piedras Negras el 18 de enero pasado
50 a 60 personas el cruce diario registrado de PN a Eagle Pass registrado en enero
15 migrantes fueron detenidos en promedio por día la última semana de abril
Con información de Carlos Chávez y Javier Zuazua
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