
Piedras Negras, Coahuila; 24 de marzo.- Toda aquella persona que, aprovechándose de la fe de los demás, prometa sanaciones o falsos milagros y que obtenga un bien económico con ello, es considerado como un “charlatán” y podría ser castigado.
Así lo declaró el director de Asuntos Religiosos de la Secretaria de Gobernación quien expresó que hoy en día una gran parte de la sociedad vive con ciertos problemas que piensan que estos “profetas” se los podrán solucionar.
Isaac Bermúdez señaló que los únicos con la personalidad jurídica para por realizar estos actos son las asociaciones religiosas o ministerios de culto que están debidamente registrados en la Secretaría de Gobernación.
Reveló que las sanciones que pueden enfrentar estas personas van desde lo económico y dependiendo del código civil de cada estado y si existe una denuncia de por medio por parte de algún afectado, podrían alcanzar hasta cárcel.
Añadió que se seguirá trabajando para detectar y castigar a quienes realizan estas prácticas indebidas que desafortunadamente se llevan a cabo en todo el país.
HDC