
Texas, Estados Unidos; 26 de febrero.- Se ha registrado la primera muerte por sarampión en el oeste de Texas en medio del brote que ha infectado a más de un centenar de personas, confirmó este miércoles la portavoz de la clínica Texas Tech University Health Sciences Center, Melissa Whitfield.
Según un comunicado de prensa de la ciudad de Lubbock, las autoridades sanitarias de Lubbock y el Departamento Estatal de Servicios de Salud confirman que el paciente era un niño de edad escolar que no había sido vacunado. El niño falleció en las últimas 24 horas.
El Departamento de Servicios de Salud de Texas reportó este martes que desde finales de enero se han registrado 124 casos de sarampión en nueve condados del estado, sobre todo en el el oeste. Se reportaron 18 hospitalizaciones, sobre todo por dificultades para respirar, y una muerte. De los 124 casos, 101 son contagios en bebés o niños y adolescentes en edad escolar. También hay nueve contagios en Nuevo México.
El sarampión es un virus respiratorio que puede circular en el aire por hasta dos horas. Es altamente contagioso: nueve de cada 10 personas susceptibles lo contraen si están expuestos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La mayoría de los niños que contraen sarampión se recuperan, pero la infección puede resultar en complicaciones y secuelas como neumonía, ceguera, inflamación cerebral y la muerte. Se puede prevenir que la enfermedad se complique de esta manera mediante la vacuna triple o MMR (del sarampión, las paperas y la rubéola).
Con la vacuna el sarampión había llegado a considerarse una enfermedad erradicada en Estados Unidos.
El brote se ha registrado sobre todo en una comunidad menonita en un área donde los pueblos están separados por mucho terreno con perforaciones petroleras, pero conectados por gente que viaja entre las zonas para ir al trabajo, a la iglesia o a hacer las compras.
Según reportes sanitarios, la gran mayoría de las personas contagiadas no habían sido vacunadas o no habían recibido la segunda dosis de la vacuna de MMR, que suele darse a los 5 años.
Más padres están vacunando a sus hijos
Varios padres que antes habían elegido no vacunar a sus hijos ahora están acudiendo a centros de salud para que los niños sean inmunizados, con la esperanza de evitar que la enfermedad se vuelva especialmente complicada y seria.
“La gente está cada vez más nerviosa” al ver cómo se esparce la infección viral en sus comunidades, sobre todo entre los menores, dice Katherine Wells, directora de salud pública del departamento local de Lubbock. “Hemos vacunado a varios niños que nunca antes habían sido vacunados, algunos porque sus familias no creen en las vacunas”, agrega.
Más o menos la mitad de las 100 dosis de la vacuna triple que el departamento sanitario de Lubbock ha puesto en la última semana fueron para niños que antes no tenían vacunaciones, dijo Wells.
Esa dosis, junto con la inoculación que debiera darse cuando un niño cumple 1 año, tiene una eficacia del 97% en proteger contra la enfermedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“Estamos usando el autobús para que no terminen el hospital, porque el sarampión es tan contagioso y se mueve por el aire”, dice Chad Curry, de University Medical Center EMS y que supervisa las operaciones. “Estamos intentando reducir el golpe”, agrega.
Pero las autoridades sanitarias ven muy probable que el contagio se esparza. Esta semana el Departamento de Servicios de Salud estatal alertó que había encontrado que una persona infectada viajó por el estado; estuvo en la Universidad de Texas en San Antonio y acudió a varios restaurantes y tiendas en otras partes de esa ciudad.
Los síntomas típicos del sarampión aparecen unas dos semanas después del contagio, y se trata de fiebre de más de 104°F (40C), tos, escurrimiento nasal y ojos rojos e irritados. Después de eso surge el salpullido, primero cerca de la nuca y el cuero cabelludo y después en otras partes del cuerpo.
Con información de Telemundo y NBC News
HDC