Saltillo, Coah.- Familiares y amigos despidieron al senador Armando Guadiana Tijerina con una misa en la que sus hijos, Cecilia y Armando, declararon que este día a su padre lo recibirían en el cielo como a los grandes toreros al concluir su mejor faena.
Durante la eucaristía, el sacerdote oficiante reveló que, durante los últimos días de su vida, Guadiana Tijerina, al recibir la extremaunción, se mostró fuerte de espíritu, a pesar de su disminuida salud. En eso coincidieron sus hijos menores, quienes, durante un mensaje al concluir la misa, declararon, muy al estilo de los Guadiana, cómo entraría su padre al cielo.
“Padre, se te quiere, y no se te olvidará jamás. Sé que llegarás al reino eterno como los grandes toreros, en hombros y por la puerta grande”, dijo su hijo Armando Guadiana Mandujano, declarando que su padre continuará vivo en todos los que aún lo recuerdan.
Y su hermana se refirió a su padre como el Hombre del Sombrerón, sencillo, inteligente, transparente, empresario, ganadero, deportista y político, que entregó su vida por hacer el bien a Coahuila y el compromiso de continuar con su legado.
“Dejas un gran legado padre y me dejas un enorme compromiso, porque si algo anhelo hoy es llegar tan siquiera la mitad de calidad de persona que fuiste tú. No habrá manera de llenar el gran vacío que nos dejas papá”, manifestó Cecilia Guadiana.
Así se llegó el momento de decir adiós a Armando Guadiana Tijerina, empresario exitoso, político, líder de la oposición en Coahuila, pero sobre todo padre, abuelo y amigo, durante una emotiva despedida, en la que participaron los más allegados a quien terminó su vida como senador de la República.
El último adiós y los abrazos de condolencia a la familia de don Armando estuvieron enmarcados con el canto Yo te Extrañaré, y luego los acordes de un mariachi que le dedicaron, junto a sus cenizas, El Rey y Bohemio de Afición.
Así se fue un grande, con música, aplausos y la gratitud de todos los que lo amaron y admiraron en vida. Y mientras la urna con sus cenizas permanecerá junto a su esposa Lupita e hijos, su espíritu continuará vivo, en la historia de la oposición política que escribió junto a miles de coahuilenses.
AFPR
