Por: Excelsior
Hace exactamente 25 años, cuatro personajes femeninos lograron apoderarse de la TV al hablar abiertamente de su sexualidad y sus problemas amorosos en Sexo en la ciudad (Sex and the City).
La trama de esta serie basada en el libro homónimo de Candace Bushnell seguía a Carrie (Sarah Jessica Parker), una exitosa columnista en Manhattan, Nueva York, que escribía acerca de sexo, los hábitos de los solteros neoyorquinos al momento de querer conquistar a una chica y si el romance había muerto y haber sido sustituido simplemente por la atracción física.
Sus crónicas se tornaban cada vez más versátiles y afines con ayuda de sus amigas Samantha (Kim Cattrall), Charlotte (Kristin Davis) y Miranda (Cynthia Nixon), quienes le compartían sus experiencias nutriendo los relatos de historias tan picantes como divertidas, lo que colocó a este cuarteto como uno de los favoritos de la pantalla chica, rompiendo con los tabúes con respecto a la sexualidad femenina y lo que representaba ser una mujer exitosa y soltera a los treintas en una sociedad donde una mujer no era nadie sin el matrimonio.
Fue un programa muy revelador para su época porque hace 25 años las mujeres no hablaban de sexo abiertamente, no se revelaban estas pláticas y sobre todo marcó un parteaguas en la forma de abordar ese individualismo y todo ese empoderamiento de la mujer que hoy en día ya se ha convertido en una realidad.
Pero hablando sobre todo del lado del entretenimiento, el show fue esta válvula de escape para que hoy en día se pudiera generar esa voz, principalmente en las mujeres”, explicó el conductor, empresario y fashionista Óscar Madrazo a Excélsior.
Si bien nadie pudo predecir el imparable éxito que el empoderamiento de estas cuatro mujeres tendría en la cultura pop, era un hecho que tanto su creador Darren Star, como el productor ejecutivo Michael Patrick King y el resto del equipo, desde un inicio sí pudieron notar que ésta era una historia fuera de la común, empezando porque traería todos estos relatos desde la perspectiva femenina y, en segunda, porque sería una mujer que empoderada por sus amigas y su potencial, estaría dispuesta a decirlo todo sin ataduras, algo que en los 90 no era nada común, por lo que el mismo Star recuerda haber estado muy nervioso al momento de presentar el pitch a HBO.
Recuerdo estarle presentando la idea a Chris Albrecht, el en ese entonces jefe de HBO, estaba con Michael (King) y habíamos desarrollado juntos las historias de la primera temporada y pensé: ‘Oh, se reirá o nos sacará a patadas del cuarto’. “Afortunadamente se rió”, contó el creador a Los Angeles Times.
La temática y crudeza eran arriesgadas, pero con la mezcla perfecta de drama, comedia y honestidad, todo el equipo estuvo dispuesto a intentarlo y valió la pena. Pues gracias a su carácter innovador y el cambio de discurso, sobre todo en el ámbito femenino, la serie logró marcar un antes y un después en las producciones de aquel entonces, pues, en lugar de tratarse de un show de cuatro mujeres que se definían a sí mismas mediante sus relaciones y su objetivo de encontrar maridos, este show presentaba a estas protagonistas independientes y profesionistas que hablaban abiertamente de sus deseos sexuales, necesidades afectivas y dificultades por encontrar una relación que las llenara en todos los ámbitos, tanto en la cama como en el corazón, y quienes con una amistad incondicional, hacían ver que no necesitaban de un hombre para validarse, cambiando por completo el discurso amor verdadero por amor propio y el felices para siempre por el dueña de tu propio destino.
El impacto fue tal que el equipo aseguró que incluso las historias que desarrollaron a lo largo de seis temporadas fueron tan apegadas a lo que sucedía en la realidad que les ayudaron personalmente a evolucionar en sus relaciones y sienten que lo mismo sucedió con el público, que elogiaban esa honestidad y conexión con la serie.
Reinas de las calles y de las tendencias
A la par que las cuatro se apoderaban de las calles de Nueva York también lo hacían dentro del mundo de la moda, pues al desarrollar a sus roles en una de las capitales de la industria de la moda, conforme fueron avanzando las temporadas las cuatro fueron regalando a sus fans también grandes outfits y tendencias que marcaron a toda una generación, aunque fue Sarah Jessica Parker, quien a través de su personaje se convirtió en el verdadero icono.
Y es que la independencia de estas mujeres quedó reflejada también a través de sus guardarropas, lo que hacía que pudieran utilizar cualquier cosa y lucir absolutamente fabulosas, marcando una pauta en los televidentes.
Lograron también definir lo que era la autenticidad en la moda, el poder crear tus propios looks. En ese entonces, la gente no sabía mucho lo que era el fashion styling, y se guiaban más en copiar los outfits de los aparadores de las tiendas y de los catálogos; a partir de Sex and The City se redefinió lo que era tener un estilo propio y eso era algo que sólo lo sabíamos en la industria de la moda.
Se vio reflejado incluso en cosas como los zapatos que antes no eran los protagonistas de un vestuario para la gente en su cotidianeidad y son muy importantes, tanto en el atuendo como en la seguridad, porque les dan ese extra, otra estatura, otra manera de desenvolverse, de destacar. Fue algo que impactó mucho y cambió muchas cosas del gremio”, explicó Madrazo.
El impacto fue tal que sus protagonistas lograron poner el mapa a marcas como la de Manolo Blahnik y Jimmy Choo, despuntando sus codiciosos diseños de calzado y tendencias como los bolsos de saddle de Dior o el Birkin de Hermés, incluso dedicando un episodio entero a este accesorio, en el cual Samantha buscaba desesperadamente adquirir uno al costo que fuera, incluso dispuesta a anotarse en una lista de espera de cinco años para lograr conseguirlo.
Así, múltiples marcas, diseñadores y modelos exclusivos desfilaron dentro de esta sitcom, incluidos nombres de prestigiosos fashionistas como Carolina Herrera, Vera Wang, Christian Lacroix, Lanvin, Dior, Óscar de la Renta y Vivienne Westwood, entre muchos otros.
Pero también era verdad que Parker no necesitó siempre de un gran diseñador detrás para marcar tendencia, pues su personaje podía hacer brillar atuendos con elementos fuera de lo común desde un tutú, hasta un sombrero de vaquero, un vestido de estampado de portadas de periódico o el icónico The Ultimate Boyfriend Shirt, que la escritora ideó utilizando la camisa de una de sus parejas agregándole simplemente un cinturón. No había cosa que Bradshaw no hiciera funcionar, convirtiéndola en una modelo a seguir.
La popularidad del codiciado guardarropa, principalmente de la protagonista, dio mucho de qué hablar también con respecto a la narrativa, pues, para muchos, la manera en la que una mujer que no tenía a veces ni para la renta, pero sí para adquirir estas magníficas y exclusivas piezas, no encajaba, y hubo varias críticas al respecto, pero, para los fans de esta serie, éste era el verdadero cuento de hadas y estaban dispuestos a creerlo.
De las series al cine
Aunque el show oficialmente terminó en 2004, el impacto y las ganas de los fans por conocer más acerca de estas fashionistas y sus complicadas vidas amorosas continuó, por lo que en 2008 el imperio se expandió en formato de película con dos propuestas, la primera arrasó por completo con la taquilla llevando este mundo al siguiente nivel con una producción masiva que llevó a estas cuatro hasta a México; la trama sembraba el evento del siglo al ver a Carrie finalmente de blanco dándole el ‘sí’ al amor de su vida: Mr. Big, aunque claro, los guionistas no podían dejársela tan fácil, y como ya es tradición agregaron drama a la fórmula.
El siguiente filme trajo de vuelta a un amor del pasado de Carrie, quien viene a mover nuevamente el mundo en unas vacaciones, el fundamento que ponía una vez más en peligro la relación de la protagonista no logró convencer del todo a los fans, quienes hartos de ver como su heroína se complicaba una vez más la vida, no apoyaron tanto esta segunda parte, y aunque no fue un fracaso por completo, sí logró que se reconsideraran los planes de traer una tercera película a la pantalla grande.
El futuro del cuarteto se vio aún más truncado cuando en 2018 Catrall comenzó a hablar públicamente de sus nulas intenciones por volver a esta trama al sentir que ya la habían exprimido lo suficiente.
Problemas en el paraíso
Pese a que en la historia de la serie Carrie y Samantha son inseparables, en la vida real las cosas entre las actrices no lo eran tanto y conforme avanzó el tiempo, los rumores de que las protagonistas no podían ni verse se tornaron en una realidad cuando Cattrall quedó fuera del spin off And Just Like That... (2021)
Sin embargo, luego de una temporada donde los fans no han dejado de rogar por su regreso, los creativos sorprendieron a su audiencia con el anuncio de un cameo de Cattrall, aunque por ahora sólo es oficial esta fugaz participación, hay quienes aseguran que será posible volver a ver a Samantha junto al clan para la tercera temporada de la serie, incluido Madrazo.
Lejos de los comentarios de la actriz de 66 años, este nuevo proyecto ha logrado seguir satisfaciendo a su público, pues para muchos ha logrado cumplir con su carácter innovador al mantener a sus protagonistas en la búsqueda de su felicidad y libertad sexual, lo que ha traído cambios como el que Miranda esté explorando nuevos horizontes con Che Díaz, personaje no binario en la serie o con Charlotte abriéndose a conocer nuevas realidades a través de su hija.
Eso fue lo que me gustó mucho (de esta nueva propuesta), que más que sentirse forzada, para mí es que era necesaria, el poder adaptarse a los tiempos modernos porque en cada persona hay una exploración y una vida que está en constante cambio, cada ser humano es diferente y ahora lo podemos ver con estas siglas LGBTTTIQ+, éstas son todas las diferentes elecciones de cómo vivir sus vidas y su sexualidad, entonces para mi si era importante una actualización en torno a eso.
Y si nos damos cuenta todo el show es acerca de esto, de que ya sea Carrie con el príncipe azul o Miranda ahora con Che, te das cuenta de que al final lo que todos buscamos es encontrar el amor y tener ese vínculo también en la intimidad sin importar si es un sexo o el otro y esa libertad es lo que siempre ha rescatado la serie”, expresó el conductor de 53 años, quien también ha sido fan de la saga desde sus inicios.
MADPF
