Por Teresa Quiroz
Saltillo, Coah.- Conseguir en Saltillo medicamento siquiátrico se ha vuelto toda una odisea, según reportan familiares de pacientes con problemas de salud mental. Pero a decir de médicos que laboran para la Secretaría de Salud, el problema ya se ha vuelto habitual, sobre todo después de la pandemia, cuando se dejaron de producir ciertas claves del cuadro de medicinas para estos tratamientos.
A la par, los diagnósticos de ansiedad, depresión, esquizofrenia y bipolaridad van al alza en todo Coahuila. En las últimas semanas, el Centro de Salud Mental en Saltillo había detectado en el mercado, déficit en abasto de medicamentos siquiátricos, que sus mismos médicos recetaban a los pacientes.
De hecho, reportes de los derechohabientes revelan que se ha vuelto común que familiares realicen largos peregrinajes de farmacia en farmacia para conseguir clozapina, metilfenidato o clonazepam, que presentan escasez en los primeros dos meses del 2023. Incluso, ante la urgencia de conseguir el medicamento prescrito por los especialistas, algunas personas tienen que viajar a Monterrey, donde de cualquier forma las farmacias registran el mismo problema de desabasto.
El desabasto es nacional, revela una fuente interna de la Secretaría de Salud. Es un tema que se ha presentado en los últimos meses, y que si no se atiende, puede llegar a ser un problema de consideración a mediano y largo plazo, precisa uno de los especialistas del Centro de Salud Mental, Cesame.
Aunado a ello, existe una reglamentación de Cofepris que incrementó impuestos a las farmacéuticas y eso obligó a frenar la producción de medicamentos. “Esto no solo pone en jaque a los pacientes y sus familias. Nos pone en una disyuntiva a nosotros, que tenemos que buscar opciones que les puedan ayudar a los pacientes”, precisa.
Pfizer, por ejemplo, a nivel internacional tuvo que reducir la producción de medicamento controlado para la salud mental debido a la pandemia, para dar prioridad a las vacunas contra el coronavirus.
Existen otros medicamentos que están elaborados a base de litio y dependen mucho de la disponibilidad de este componente a nivel internacional.
Algunas instituciones médicas han optado por suprimir ciertas claves de medicamento en su cuadro base de fármacos.
Las fuentes consultadas señalan otro de los medicamentos en desabasto es el Inveda, un antipsicótico que se utiliza para tratar cuadros esquizofrénicos. También el Alprazolam, que se utiliza para tratar trastornos de ansiedad y de pánico (ataques repentinos e inesperados de miedo extremo y preocupación por estos ataques).
Además reportaron que algunos otros medicamentos que hacen falta son, por ejemplo, antipsicóticos convencionales, como el Haloperidol o Risperidona, que sirven para tratar problemas conductuales severos, agresivos o hiperactivos.
Para familiares de los pacientes siquiátricos, conseguir un tratamiento de estos medicamentos puede superar los 7 mil pesos.
No obstante esta situación, trabajadores del Cesame reconocieron que el Gobierno de Coahuila trabaja constantemente para mantener un stock de medicamentos siquiátricos, como cierto tipo de inyecciones, cuyo costo podría alcanzar más de 8 mil pesos.
Dato:
El Cesame registra un aumento en el número de pacientes, tanto, que hay que esperar entre dos y tres horas para recibir atención.
