
Por Elvia Salimé Zamora Manrique
Ankara.- A una semana del terremoto que sacudió el país de Turquía, los milagros pudieran seguir presentándose; en estos momentos, el muzquense Armando López Guerrero, brigadista de Topos Internacional, trabaja junto con sus compañeros para rescatar de entre los escombros a un niño que fue escuchado a través de sensores de alta tecnología.
Se trata de uno de los muchos edificios que está colapsado y a punto de derrumbarse, “nos dijeron que nos concentráramos aquí porque al parecer hay gente con vida, ya metieron los sensores y se logró escuchar a un niño”, comentó.
En Turquía son las 19:00 horas y los trabajos no han cesado, si acaso se descansa dos o tres horas, sobre todo cuando se aferran a la esperanza de que aún hay gente viva que espera ser rescatada.
“Quisiéramos hacer más, trabajar más rápido, pero son muchas placas de cemento pesado las que tenemos que retirar cuidadosamente para no entorpecer nada, al igual que las familias nosotros también tenemos fe y pedimos a Dios el milagro de encontrar gente viva”, recalcó.
López Guerrero agregó que se encuentran en un edificio donde también se presume que ya hay gente fallecida por los fétidos olores, sin embargo todos los cuerpos tienen que ser entregados, “esta es la catástrofe más triste y grande que me ha tocado venir a ayudar, seguimos firmes cumpliendo con nuestra misión”, finalizó.