
Piedras Negras, Coahuila. - Jorge Luis, es uno de los miles de migrantes que a diario llegan a la frontera con la intención de solicitar asilo político en los Estados Unidos, por lo que luego de llegar de Monterrey, pasó Navidad y recibirá el nuevo año no solo lejos de su familia, sino en una casa abandonada, pasando frío y hambre.
Entrevistado en el exterior de la casa “Frontera Digna”, el migrante venezolano narró que llegó a Piedras Negras “colgado” en el tren, por que en la capital de Nuevo León no le quisieron vender boleto para viajar en camión.
Dijo que en Venezuela hay hambre y desempleo, por lo que, si se le otorga permiso para ingresar a Estados Unidos, pretende llegar hasta Toronto, donde tiene un amigo que lo recibirá.
El migrante venezolano dijo que en su país ya solo está su esposa y una hija menor, ya que otros dos hijos mayores ya están en España y Perú, buscando mejor futuro para sobrevivir.