
Se desilusionan tras revés de un juez que mantiene vigente el Título 42.
Por Rosalío González
Piedras Negras, Coah.- Cansados de esperar en la incertidumbre, decenas de migrantes se lanzaron a las aguas del río Bravo la tarde del domingo desde diferentes cruces, principalmente en el Paseo del Río y El Cárcamo.
âNo nos van a asilarâ, comentaron decepcionados algunos hondureí±os que aprovecharon el bajo nivel del Río Bravo para cruzar las aguas cerca de Puente Internacional 2.
Las familias esperaban en las calles de Piedras Negras a que este lunes el Gobierno de Estados Unidos eliminara el Título 42 y pudieran solicitar asilo, lo cual no va a ocurrir debido a un cambio judicial de último momento.
Familias completas cruzaron con enfermos y nií±os en brazos en busca del sueí±o americano en las mismas condiciones que existen desde que comenzó la pandemia, y el Gobierno de Donald Trump implementó el Título 42.
Los migrantes capturados por la Border Patrol en suelo estadunidense son deportados inmediatamente sin derecho a juicio.
La maí±ana del domingo un grupo de aproximadamente 25 indocumentados se lanzó al agua y fueron capturados del otro lado de la frontera, debido a que los operativos no solo continúan, sino que se han reforzado en espera de más migrantes.
Una de las que se lanzó a la aventura desilusionada de la oportunidad de solicitar asilo humanitario fue Naomi Juárez, quien viajó en tren desde Guatemala hasta Piedras Negras junto con su hija de 5 aí±os.
âEl peligro más grande que viví fue cuando me arrastró el tren cuando venía de Saltillo para Piedras Negras, estuve varios días enferma porque me golpeé una pierna, pero ya estoy bienâ.
Naomi pensaba pedir asilo humanitario porque es víctima de la violencia por parte de su expareja sentimental y padre de su hija, según narra la mujer, él la busca para matar a la nií±a porque no quiere tener ningún lazo con su vida pasada.
âCuando estaba en el albergue de Puebla me cayeron dos hombres que me persiguen para matarme, el papá de la nena hizo una vida con mi hermana y ahora ella le dice que quiere que se deshaga de la nena para que no haya ningún lazo que nos una a nosotros y por el bienestar de ella me vine para acáâ, comentó Naomi.
La justicia y el Gobierno norteamericano no saben cuándo volverán a poner en la mesa la política de eliminar el Título 42, debido a que apenas la semana pasada la idea fue rechazada por el juez Robert Summerhays.
âTenemos que cruzar a los Estados Unidos porque traemos nií±os y ya no podemos seguir esperando, estos nií±os merecen una mejor vidaâ, comentó Dora Elia, migrante que proviene de Honduras, quizá el país del que más ciudadanos salieron durante esta crisis por el asilo humanitario.
En su afán por no perder la oportunidad y temerosos de que este lunes la seguridad se reforzara todavía más en ambos lados de la frontera, algunos migrantes pagaron para recibir ayuda en el cruce.
Hubo quienes fueron apoyados con chalecos salvavidas en zonas con profundidad media, y otros fueron trasladados a zonas de aguas someras para cruzar con menor riesgo, casi con el agua al nivel de la rodilla.
Espera nocturna
En el patio de la Primera Iglesia Bautista de Piedras Negras pasó la noche un grupo de migrantes a la espera del milagro que este lunes no se cumplió, a causa del revés que un juez federal en EU le dio a la eliminación del Título 42.
A las 9 de la noche del domingo, el pastor Israel Rodríguez le permitió el acceso a la Iglesia a unos 50 migrantes que buscaban un lugar para dormir. La mayoría tuvo que hacerlo en el piso, sobre cobijas o ropa, y a otros les prestaron colchonetas.
La mayoría de los migrantes protegidos por el pastor traen a familiares enfermos o han sido víctimas de la violencia en su trayecto rumbo al sueí±o americano, por lo que pensaban solicitar asilo humanitario este lunes en la Unión Americana.
âEllos comentan que el Título 42 no se va a quitar como habían dicho y que seguirá vigente. Los migrantes están desconcertados, no saben qué hacer ante esta situación, yo creo que ellos deberían de tener información oficial sobre lo que va a pasarâ, comentó el pastor.
Entre los asilados por el pastor Rodríguez Segura, está la familia de Milagros Espinal, que busca llevar a la nií±a de 4 aí±os a EU para que sea sometida a una cirugía, de otra manera corre el riesgo de perder la vida por la hidrocefalia que padece.
El pastor bautista reconoce que carecen de comodidades para brindarle a los migrantes: comparten el baí±o, duermen en el piso caliente y solo a veces cenan, pero prefieren eso a quedarse dormidos en las banquetas con el riesgo de ser detenidos porque no pueden pernoctar en la vía pública, por eso no es común ver en la noche a los migrantes en la calle.
Cuando el cupo termina en la Primera Iglesia Bautista de la ciudad, los migrantes buscan otros sitios, principalmente casas abandonadas en la Zona Centro de Piedras Negras o el estacionamiento de la Central de Autobuses, lugar de donde generalmente los corren.
A las 6 de la maí±ana del día siguiente, los migrantes tienen que salir de la Iglesia y pasar nuevamente el día en las calles, a una temperatura que alcanza hasta los 40 grados Celsius en esta temporada.
Vigilancia en EP
El shériff del Condado de Maverick, Tom Schmerber, dijo que continúan ingresando grandes cantidades de indocumentados, en grupos de más de 100, por lo cual los policías tienen que estar apoyando a las corporaciones estatales y federales para afrontar la crisis migratoria.
El sheriff dijo que se reunió con el Jefe de la Policía de Eagle Pass, Federico Garza, para establecer un plan a nivel local, para reforzar la vigilancia.
Mencionó que con la llegada de más personas cruzando por la ciudad, es necesario poner más atención en dar seguridad al comercio, a los vecindarios y en las colonias.
La crisis migratoria representa un reto para las corporaciones policiacas. Tom Schmerber dijo que ahora el departamento del Sheriff y la policía de Eagle Pass tienen dos trabajos, la seguridad de la comunidad y atender la crisis migratoria deteniendo a indocumentados.
Las ciudades fronterizas están siendo abrumadas por la situación, a diario están ingresando ilegalmente al país cientos de migrantes.