México y Espaí±a cumplen 45 aí±os del restablecimiento de relaciones diplomáticas, en medio de roces ocasionados por el Gobierno de la 4T.
Por: EFE
Ciudad de México.- México y Espaí±a cumplen 45 aí±os del restablecimiento de las relaciones diplomáticas en medio de un esfuerzo para acercar posiciones tras los ataques del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a empresas espaí±olas y su propuesta de âpausarâ las relaciones bilaterales.
La reanudación formal de las relaciones entre las dos naciones, un verdadero hito en la Espaí±a de la Transición, se produjo el 28 de marzo de 1977 con la firma de un documento en un hotel de París tras 38 aí±os de ruptura motivada por la Guerra Civil espaí±ola y su desenlace, con la victoria del bando franquista, al que México se oponía pues había apoyado a la República.
Desde entonces, la relación México-Espaí±a ha crecido a todos los niveles; comercial, cultural y social, con la llegada de miles de empresas y decenas de miles de personas de un país al otro.
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âCuando se formalizan las relaciones entre México y el Reino de Espaí±a en 1977 viene un âboomâ, una bonanza que nos lleva hasta nuestros díasâ, dijo hoy a EFE Mario Ojeda Revah, profesor-investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM.Â
El autor del libro âMéxico y la Guerra Civil espaí±olaâ puntualizó que México siguió reconociendo a la Segunda República espaí±ola en el exilio y lamentó que pese a los indudable lazos históricos haya un âresurgimiento de la hispanofobia alentada desde la presidencia de Méxicoâ.
El perdón que nunca llegó
El Gobierno espaí±ol y Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), empezaron con buen pie. De hecho, el socialista Pedro Sánchez fue el primer líder extranjero en reunirse con él en enero de 2019.
Pero apenas unos meses después, en marzo de 2019, López Obrador pidió por carta al rey de Espaí±a, Felipe VI, y al papa Francisco disculpas por los abusos cometidos durante la conquista, 500 aí±os atrás.
Se abrió una primera brecha en las relaciones, que se suturó parcialmente con el homenaje a los 80 aí±os del exilio republicano en México.
El perdón nunca llegó. âNosotros hemos sido muy transparentes desde el principio: Espaí±a ha tenido a lo largo de su historia una mirada reflexiva, una mirada crítica y no ha esperado 500 aí±os a tenerla, la ha tenido a lo largo de su historiaâ, dijo en noviembre de 2020 la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
Para los expertos consultados por EFE la petición de perdón busca, más que nada, reforzar el discurso nacionalista de López Obrador.
âSe perpetúa esta imagen del mexicano como víctima porque esto implica evadir una responsabilidad históricaâ, dijo a EFE la profesora de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey, Gabriela de la Paz.
âEs como si Espaí±a le pidiera a Italia perdón por la invasión romana. Como si fuera una afrenta y no un legado. Somos pueblos mestizos. Nosotros descendemos (â¦) tanto de mayas como de andalucesâ, agregó Ojeda Revah, que calificó la petición de âridículaâ y vio en el âsilencioâ de Espaí±a la âmejor respuestaâ.Â
Empresas espaí±olas blanco de ataques
La relación México-Espaí±a ha sido muy fructífera desde hace décadas. Hoy México cuenta con alrededor de siete mil empresas con capital espaí±ol, algunas tan conocidas como los bancos BBVA y Santander o las eléctricas Iberdrola y Acciona.
Espaí±a es el segundo inversor extranjero en México con 76 mil millones de dólares acumulados hasta el cierre del tercer trimestre de 2021, lo que representa el 12 por ciento de la inversión extranjera directa (IED) de México.
Como defensor de la âsoberaníaâ nacional y partidario de âdesterrarâ la corrupción, López Obrador ha utilizado escándalos como el que involucró a la constructora OHL en México (hoy llamada Aleatica) en gobiernos anteriores para defender su proyecto de país.
Y así acusar a algunas empresas, sobre todo en el sector energético, de llevar a cabo una âsegunda conquistaâ espaí±ola de México.
Los continuos ataques tienen en vilo al sector empresarial, especialmente por la propuesta de reforma eléctrica del mandatario mexicano -que se discute estos días en el Legislativo- y busca limitar la participación privada.
âCreo que es todavía prematuro porque es muy reciente pero sí puede desincentivar que muchas empresas se instalen porque hay un clima hostilâ, opinó Ojeda Revah, quien no obstante recordó también que hay casos de empresas espaí±olas que han cometido âabusosâ en América Latina.Â
La temible âpausaâ México-Espaí±a
A principio de febrero, López Obrador sorprendió al proponer una âpausaâ en las relaciones de México con Espaí±a.
Aunque luego matizó sus palabras y descartó una ârupturaâ, insistió en que la pausa debía darse con ciertas empresas y el âinfluyentismoâ del pasado.
âEsto sería catastrófico porque finalmente la relación diplomática siempre se ha manejado sin sobresaltos y sin problemasâ, dijo De la Paz, quien atribuyó los continuos choques de López Obrador con Espaí±a a uno de los varios âchivos expiatoriosâ que utiliza el mandatario para escapar de polémicas locales.
âEspaí±a es nuestro puente hacia Europa, y si dinamitamos este puente (â¦) nos estamos disparando al pieâ, agregó Ojeda Revah.Â
Con el afán de zanjar esta polémica, a principios de marzo el actual ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea (UE) y Cooperación de Espaí±a, José Manuel Albares, visitó México y apostó por âacelerarâ las relaciones.
Además, se firmaron cuatro acuerdos en materia política, feminista y de cooperación científica y cultural.
En un tono algo más duro, Albares también rechazó âlas declaraciones infundadasâ del presidente mexicano contra las empresas espaí±olas.
âEspero que eso no empaí±e la otra parte (positiva) del discurso del presidente de Méxicoâ, declaró.Â
En este contexto, la próxima llegada a Espaí±a del nuevo embajador mexicano, Quirino Ordaz, ha despertado suspicacias.
López Obrador le pidió âtrabajar fuerteâ con Espaí±a, pero analistas consideraron que el político no tiene experiencia en diplomacia, por lo que puede convertirse en un mero emisario del presidente.