
La película empieza por todo lo alto, con el protagonista colgado malamente de un avión en vuelo.
Por: Grupo Zócalo
Estados Unidos.- Por su aroma de videojuego, por su constante avanzar en el trajín de la aventura, por el carisma de Nathan Drake, o Tom Holland , el nuevo héroe juvenil tras devolverle el acné al personaje de Spiderman, y porque pone en el tablero todas esas piezas que evocan una idea del cine grande y a oscuras, con mapas, tesoros, viajes y epopeya, âUnchartedâ es una película idónea de sábado por la tarde y que no ofrece más, pero tampoco menos, que espectáculo, entretenimiento, acción imparable y un par de horas de âvidaâ distinta de la que ofrece la calle. Y el encargo de hacerla con los materiales apropiados para lograr sus propósitos se le encomienda al director Ruben Fleischer, el de âBienvenidos a Zombielandâ o âVenomâ, que conoce bien los resortes para mantener sorprendido y activo al personal de enfrente.
La película empieza por todo lo alto, con el protagonista colgado malamente de un avión en vuelo, y a partir de ahí, sin bajar mucho, comienza una historia de tebeo cuyo contacto con lo verosímil no tiene la menor importancia ni para los guionistas ni, probablemente, para el espectador.
El argumento y sus personajes siguen pistas, las encuentran, las pierden, caen en agujeros, como el guion, siguen a toda velocidad, la siguiente secuencia es más âespídicaâ y distorsionada que la anterior, la intriga, el entusiasmo y los continuos toques de humor ligero hacen su trabajoâ¦, la pareja que forman Holland y Wahlberg, que no es la de Harrison Ford y Sean Connery, funciona en su tira y afloja de lo que podría ser el âgran temaâ de la película, la confianza y la camaradería entre tipos que no son muy de fiar.
El apartado villanos flaquea, como suele ocurrir, pero nadie podrá echarle la culpa a Banderas, que cumple con un papel sin mucha escritura y por debajo de sus posibilidades.
No es un producto que busque la portada del viejo âCahiersâ, pero da con creces lo que promete; aunque lo que promete más bien parece el comienzo de una serie de películas sobre Nathan Drake, al que tal vez los más jóvenes vean, como nosotros a Harrison Ford, con 80 aí±os preparando una nueva entrega.