
Así lo dijo en una carta publicada hoy, la cual escribió con motivo del aí±o dedicado a la 'La familia Amoris laetitia'
Por: EFECiudad del Vaticano.- El papa Francisco recordó que durante el confinamiento la convivencia ha sido muy dura para muchos matrimonios y muchos han vivido su ruptura y pidió que âno dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse de alguna manera y no causen aún más dolorâ a ellos y a sus hijos.
Así se lee en la carta publicada hoy que el papa Francisco escribió con motivo del aí±o dedicado a la âLa familia Amoris laetitiaâ, a los cinco aí±os de la publicación exhortación apostólica, y en la que el pontífice expresa también âcercanía y afectoâ a los matrimonios que se han rotoâ.
âSin embargo, para algunos matrimonios la convivencia a la que se han visto forzados durante la cuarentena ha sido especialmente difícil. Los problemas que ya existían se agravaron, generando conflictos que muchas veces se han vuelto casi insoportables. Muchos han vivido incluso la ruptura de un matrimonio que venía sobrellevando una crisis que no se supo o no se pudo superarâ, explicó.
Para el papa âla ruptura de una relación conyugal genera mucho sufrimiento debido a la decepción de tantas ilusiones; la falta de entendimiento provoca discusiones y heridas no fáciles de repararâ y âtampoco a los hijos es posible ahorrarles el sufrimiento de ver que sus padres ya no están juntosâ.
Pero aconsejó: âAun así, no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse de alguna manera y no causen aún más dolor entre ustedes y a sus hijosâ y que busquen el perdón âque sana toda heridaâ.
Aunque también explicó que la pandemia y el confinamiento ha tenido como algo positivo el aumentar âel tiempo de estar juntosâ y esto ha sido âuna oportunidad única para cultivar el diálogo en familiaâ.
âClaro que esto requiere un especial ejercicio de paciencia, no es fácil estar juntos toda la jornada cuando en la misma casa se tiene que trabajar, estudiar, recrearse y descansarâ, afirmó.
Y agregó: âQue el cansancio no les gane, que la fuerza del amor los anime para mirar más al otro, al cónyuge, a los hijos, que a la propia fatigaâ.
A los jóvenes que se preparan al matrimonio, Francisco advirtió que âsi antes era difícil proyectar un futuro cuando era arduo encontrar un trabajo estable, ahora aumenta aún más con la situación de incerteza laboralâ.
Por ello invitó a los novios âa no desanimarse, a tener la valentía creativa que tuvo san Joséâ y no dudar âen apoyarse en sus propias familias y en sus amistades, en la comunidad eclesial, en la parroquia, para vivir la vida conyugal y familiar aprendiendo de aquellos que ya han transitado el camino que ustedes están comenzandoâ.
Sobre los abuelos y las abuelas âque durante el tiempo de aislamiento se vieron privados de ver y estar con sus nietosâ y a los ancianos que vivieron en estos días âaún más radicalmente la soledadâ, el papa afirmó que âla familia no puede prescindir de los abuelos, ellos son la memoria viviente de la humanidadâ.
También recordó a los esposos que âlos hijos, y especialmente los jóvenes, los observan con atención y buscan en ustedes el testimonio de un amor fuerte y confiableâ. â¡Qué importante es que los jóvenes vean con sus propios ojos el amor de Cristo vivo y presente en el amor de los matrimonios, que testimonian con su vida concreta que el amor para siempre es posible!â, aí±adió.
El papa reiteró uno de sus consejos: âNunca terminar el día en familia sin hacer las pacesâ. âNo se avergí¼encen de arrodillarse juntos ante Jesús en la Eucaristía para encontrar momentos de paz y una mirada mutua hecha de ternura y bondad. O de tomar la mano del otro, cuando esté un poco enojado, para arrancarle una sonrisa cómplice. Hacer quizás una breve oración, recitada en voz alta juntos, antes de dormirse por la nocheâ, aconsejó.