
Aunque según los locatarios estos contienen apenas una quinta parte de lo que se comercializaría en un puesto en San Pablito
Por: AgenciasÂ
Arteaga, Coahuila.- A pesar de la tragedia ocurrida en Tultepec, Estado de México, autoridades municipales y estatales avalaron un tianguis para venta de cohetes que opera en Arteaga. A este âmercaditoâ cientos de clientes se dan cita a diario para abastecerse de artefactos hechos a base de pólvora.
Apenas trascendió la explosión en el tianguis de pirotecnia en el Estado de México, que cobró la vida de 33 personas y más de 70 resultaron lesionadas, autoridades de Protección Civil se volcaron sobre una docena puestos de pirotecnia en Arteaga, en cuyos locales se venden toneladas de pólvora y fuegos artificiales.
Aunque según los locatarios estos contienen apenas una quinta parte de lo que se comercializaría en un puesto en San Pablito, la Feria del Cohete de Arteaga, ubicada en un terreno baldío, a 100 metros de la carretera Saltillo-México opera bajo las mismas medidas que, en teoría, hacían de San Pablito el mercado de pólvora más seguro del país.
Aun cuando se encuentra lejos de instalaciones eléctricas, de gas y de viviendas, tal como marca la Ley Federal para Uso de Armas y Explosivos, un solo cohete es suficiente para causar lesiones a un nií±o, incluso al grado de mutilarlo. Según los locatarios, la ley les permite ventas de hasta 10 kilos de pirotecnia por persona, un volumen que, dicen, no llegan a vender, ya que requieren de una inversión de entre 5 mil y 10 mil pesos.
Sus ventas mayores, aseguran, no rebasan las tres o cuatro bolsas por persona.
Tras la explosión, la afluencia de compradores no registra bajas y los asistentes dicen no se sienten inseguros en el lugar, sin embargo, elementos de Protección Civil de Arteaga aseguran, vigilarán día y noche estas instalaciones para prevenir contingencias.
Buscan respuestas con la esperanza hecha cenizas Concepción Hernández deambula con la mirada pérdida por los perímetros del mercado de pirotecnia más grande del país. Se aferra a las rejas y a la esperanza de que su hermano y su madre hayan huido de la explosión que dejó hasta el momento 33 muertos y una docena de desaparecidos.
âVenían a comprar cohetes para su puesto. ¡Es la primera vez que venían!â, dice casi gritando, ahogada por el llanto y mostrando una fotografía familiar donde su mamá, de 65 aí±os, aparece con un alegre vestido rojo, y su hermano de 29 aí±os, con un impecable traje negro.
Los llamó varias veces a sus celulares hasta que dejaron de sonar.
Detrás de la reja hay miles de fierros retorcidos por la explosión que arrasó con casi todos los 300 puestos del Mercado de pirotecnia de San Pablito, del municipio de Tultepec, situado a las afueras de la zona metropolitana de la Ciudad de México, con una población mayoritaria de artesanos de la pólvora.
El lugar fue cercado horas después de la explosión en cadena que formó una enorme nube multicolor. En el interior del terreno de cuatro hectáreas van y vienen decenas de peritos, investigadores y cientos de policías y militares.
âLos peritos ya han barrido (inspeccionado) varias veces el mercado, no hemos visto que salgan más muertosâ, comenta uno de los oficiales.
Las autoridades han dicho a la prensa que muchos de los muertos â26 fallecidos en lugarâ son irreconocibles y harán falta pruebas de ADN para identificarlos.
â¡Nadie nos dice nada! No sabemos nada de mi mamá ni de mi hermano, en las listas de los hospitales no estánâ, llora a gritos Concepción Hernández.
Detrás de la reja, los perros policías buscan entre los escombros que hasta el martes en la maí±ana eran un colorido mercado, con todo tipo de fuegos pirotécnicos.
Todo cambió En su último reporte, la Fiscalía del Estado de México informó que 18 de los 33 cadáveres no estaban aún identificados.
Afuera del Servicio Médico Forense local, ubicado en una colina desde la que se puede observar parte de un infinito caserío pobre construido sobre un mar de cerros, los familiares de los desaparecidos y de los muertos ya identificados, aguardan llorosos.
âLo único que quiero es que me entreguen ya el cuerpo de mi mamá, nos dijeron que nos iban a pagar los gastos funerarios, pero ahora resulta que el panteón lo tenemos que pagar nosotrosâ, alcanza a decir María Teresa Martínez antes de romper en llanto.
âMi vida ha cambiado completamente desde ayer (martes). Mi esposo está en cuidados intensivos porque tiene la garganta quemadaâ, prosigue con el poco aliento que le queda.
âSobre una bombaâ
â¡Visítanos! Abrimos todos los días del aí±o. Contamos con todas las medidas de seguridadâ, dice un gran letrero de plástico, en el que aparece una foto de un extinguidor y una pala, y que está arriba de una de las entradas del mercado.
Roberto Cortés, un albaí±il que vive cerca de San Pablito, ha visto varias conflagraciones.
âLos cuetes siempre son un riesgo y no hay forma de salvarse. Las medidas de seguridad no sirven para nadaâ, dice.
âSan Pablito reabrirá, no lo pueden prohibirâ
Germán Galicia, presidente del mercado de pirotecnia San Pablito, de Tultepec, dijo que continuaban con la búsqueda de personas heridas o fallecidas entre los escombros.
En enrevista para una cadena de televisión, habló sobre las medidas de seguridad del mercado, dijo que no sabía qué es lo que había fallado âpara nosotros es algo lamentable y creíamos que era imposible que pudiera suceder estoâ.
Entre las medidas de seguridad del mercado citó no tener exceso de mercancía en los locales, rutas de evacuación bien marcadas, tambos de agua y tambos de arena.
Relató que sí se dio cuenta de que la explosión inició en la zona sur del mercado âpero la ubicación exacta no la sé, desconozcoâ.
El líder de locatarios seí±aló que no contaban con un seguro para sus puestos y su mercancía, ya que no existe ninguna aseguradora que quiera participar en este tipo de negocios.
âPerdimos todo, y tenemos que volver a empezar de cero otra vezâ.
Aseguró que es imposible que les puedan prohibir la instalación de nueva cuenta del mercado y agregó que mucha gente, muchas familias dependen de esos negocios.
Usa Eruviel tragedia como propaganda
El gobernador Eruviel ívila transmitió por Facebook un recorrido que hizo por el hospital de alta especialidad de Zumpango, a donde fueron trasladadas personas heridas por las explosiones, y aprovechó para presumir las instalaciones médicas con que cuenta el Estado de México.
âEstamos en instalaciones de primer mundoâ, expresó ívila.
El video permite observar cómo el Mandatario estatal ingresó a zonas donde están algunos de los pacientes que sufrieron quemaduras graves, utilizando un cubrebocas, y ahí continuó presumiendo el equipo médico, aunque al menos en un par de casos tuvo que preguntar para qué servían los instrumentos.
âPor respetoâ, ívila dijo que no grabaría los rostros de los heridos. âEs importante que vean el equipo tan profesional que se tiene, la infraestructura médica que tenemosâ, explicó respecto al motivo de su grabación.
Además externó que hacía el recorrido para supervisar la atención a los lesionados por las explosiones en Tultepec.
En un punto del video, ívila entrevistó a uno de los médicos, frente a una paciente que sufrió quemaduras en 80% de su cuerpo. Después de escuchar el diagnóstico, el Gobernador volvió a resaltar el equipo médico.
Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar ante su proceder.