
A los jinetes de salto no les gustan las sorpresas. Tampoco a sus caballos, a los que evitar los sustos les toma aí±os de entrenamiento.
Por: Grupo ZócaloÂ
Ciudad de México.-Â A los jinetes de salto no les gustan las sorpresas. Tampoco a sus caballos, a los que evitar los sustos les toma aí±os de entrenamiento.
Y ninguno de los caballos que participaron en la eliminatoria olímpica de salto del martes había visto algo como el obstáculo número 10.
âAl dar la vuelta, lo primero que ves es (el trasero de) un tipo gordoâ, dijo el jinete británico Harry Charles.
âHay mucho que verâ, aí±adió el irlandés Cian OâConnor.
âEs muy realistaâ, declaró el israelí Teddy Vlock.
Los jinetes aseguran que una estatua de tamaí±o real de un luchador de sumo ubicada a un costado del 10mo obstáculo pudo haber distraído a varios caballos. Algunas duplas se frenaron en seco antes del obstáculo, acumulando suficientes puntos de sanción para no avanzar a la final del miércoles.
https://twitter.com/198595Kozu/status/1422548885612990467?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1422548885612990467%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.zocalo.com.mx%2Fel-curioso-obstaculo-numero-10-que-asusto-a-los-caballos-de-equitacion-en-tokio-2020%2FLa estatua está ubicada a la izquierda de un obstáculo colocado en una esquina de la arena. Agazapado y listo para atacar, el luchador les da la espalda a los jinetes que se aproximan, lo que significa que al salir de una curva cerrada para realizar el salto, lo primero que el caballo y el ser humano ven es un luchador cubierto a medias por su mawashi.
âVi que unos cuatro o cinco caballos se asustaron con esoâ, dijo Charles.
La mayoría de los obstáculos de la pista tienen cierta decoración japonesa: kimonos, un pequeí±o palacio o tambores taiko.
Ninguno captó tanta atención como el luchador de sumo.
Uno de los caballos afectados fue el de la francesa Penelope Leprevost â quien ganó el oro en salto por equipos en 2016. No está segura si fue el luchador el que desconcentró a su semental de 12 aí±os, Vancouver de Lanlore.
âTal vezâ, dijo. âIntentamos relajar a nuestros caballos en la curva, y tal vez se sorprenden de ver un vertical tan cerca. No lo sé.
Vlock terminó en el sitio 34 entre los 73 competidores. Después de ver que otros tuvieron problemas, él y su entrenador Darragh Kenny, un irlandés que también compitió el martes, se dedicaron a llevar a sus caballos al 10mo obstáculo para que los animales se familiarizaran con su entorno antes de su turno de carrera.
âEsperamos que la familiaridad les dé valor.
âEs muy realistaâ, reiteró Vlock. âParece una persona, y eso es algo un poco aterrador. Saben, los caballos no quieren ver a un tipo, o lo que parece un tipo, junto a un obstáculo, viéndolos con intensidad como si estuvieran listos para pelearâ.
Vlock y Kenny libraron el obstáculo sin problemas. Kenny terminó en la segunda posición sin puntos de castigo y un tiempo de 82.01, mientras que Vlock quedó lejos debido a otros problemas.
Desde luego, es difícil saber qué pasa por la mente de un caballo. Algunos de los jinetes atribuyeron el problema a lo cerca que está el obstáculo de la curva. Otros seí±alaron que fueron las luces del estadio, que también generó inquietudes en el primer obstáculo.
Los aspirantes a medallas, el británico Scott Brash y el suizo Martin Fuchs, creen que los cerezos ubicados al otro lado del obstáculo fueron el principal responsable.
Sea cual sea la causa, no les sorprende a los veteranos olímpicos. La justa tiene una reputación entre los jinetes por sus diseí±os poco convencionales.
âSiendo sinceros, es algo que esperas de unos Juegos Olímpicosâ, comentó Brash.
Y está bien.
âSabes que será decorativo. Y es hermoso ¿saben? Es fantástico. Es eso lo que lo convierte en un campeonato. Si fueran obstáculos simples, sería como cualquier otra semanaâ.