
Los desplazamientos forzados en México se han incrementado en el último aí±o y se ensaí±an con los poblados más pobres.
Por Lagunas Flores
Ciudad de México.- De arrodillarse frente al crimen organizado a hincarse a los pies de Estados Unidos prefieren la segunda opción: pedir asilo. Aunque saben que el país vecino niega casi todas las peticiones de este tipo a los mexicanos aunque éstos no hayan emigrado por gusto de sus hogares de Michoacán o Guerrero sino porque el crimen organizado los llevó a mendigar hasta Tijuana.
Los desplazamientos forzados en México se han incrementado en el último aí±o y se ensaí±an con los poblados más pobres de ambos estados del suroeste del país, principalmente en Guerrero Michoacán âque concentran alrededor del 70 por cientoâ donde grupos criminales se disputan el control de territorio para cobrarles derecho de piso, impuestos ilegales paralelos con mejor capacidad de recaudación que el propio Estado, a punta de pistola.
También necesitan capital humano y lo toman por la fuerza, según relatan algunas de las nuevas víctimas que actualmente se arremolinan en las calles de Tijuana o en las cabeceras municipales de los poblados afectados o en la capital mexicana.
Los desplazamientos forzados masivos llevan al menos una década con altibajos, pero desde el aí±o pasado repuntaron sin tregua. Margarita N., una madre de familia de la región de Tierra Caliente en Guerrero (frontera con Michoacán) narró a los medios locales de Baja California, donde ha participado en manifestaciones para pedir asilo a EEUU, que huyó junto con sus cuatro hijos cuando una organización desapareció al mayor. âNo sé dónde lo tendránâ.
Cuando se llevaron al muchacho, la madre protestó y los persiguió para pedir que lo soltaran pero fue en vano. La amenazaron de muerte, afirmó, la arrastraron sobre el pedregal de un camino y la obligaron a ver algunas torturas a su muchacho.
El Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (Internal Displacement Monitoring Centre, IMDC), organización no gubernamental de Noruega, publicó en su informe anual de mayo pasado que unos nueve mil 700 mexicanos fueron sacados de sus hogares por el conflicto y la violencia. Esta cifra representa dos mil 600 personas más que en 2019.
La cifra total de desplazados en México desde 2009 es de 357 mil personas, según CMDI. En el recuento de 2021 hasta mayo pasado, la cifra era de dos mil 592: 100 en enero, 277 en febrero, mil 135 en marzo y mil 800 en abril.
La organización abordó otras situaciones de violencia en comunidades de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Puebla, además de Guerrero y Michoacán, donde se han registrado desplazamientos o impedimentos para el retorno.
Hay zonas más afectadas que otras. Recientemente, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, dio a conocer que entre los meses de marzo y mediados de mayo, al menos 500 personas de Michoacán, solicitaron asilo en EU, principalmente provenientes de la pequeí±a localidad de Aguililla. A esas solicitudes se sumaron 1,500 aguilillenses que arribaron a la ciudad en el presente mes.
En un informe la Comisión Mexicana sostiene que el problema ahí se debe a enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el grupo Carteles ante la impasividad del estado por lo cual sacerdotes de Apatzingán y Tijuana en México y San Bernardino y Fresno, en Estados Unidos, se han tenido que organizar como puentes humanitarios.
Así se ha brindado ayuda a familias completas de todo el estado como ocurrió con los Hernández, de 14 miembros, que decidieron dejar atrás su vida después de que un comando armando arribó a su casa en Morelia y disparó a mansalva contra todos los que se encontraban presentes. Dos hombres murieron y dos nií±os fueron heridos.
ââEmpezaron a amenazarnos, a amenazar a mi mamá que âsería la próxima en morirâ y pues denunciamos. Se investigó, se sabe quién fue, pero de ahí ya no pasó. El Ministerio Público y la jueza que está llevando el caso, dicen que no hay suficientes pruebas para darles orden de aprehensiónâ, denunció la familia ante medios de comunicación. âSe decía que a lo mejor se habían equivocadoâ.