
Seí±ala que el presidente es un âpeligro para la democraciaâ, debido a las políticas públicas ruinosas âpor los medios inadecuadasâ
Por: El UniversalCiudad de México.- The Economist colocó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como el âFalso Mesíasâ en su próxima portada.
Según el adelanto de la publicación inglesa, López Obrador es âun peligro para la democraciaâ, debido a las políticas públicas ruinosas âpor los medios inadecuadosâ.
El artículo seí±ala que, en un mundo âplagado de populistas autoritarios, el presidente de México de alguna manera a escapado de los reflectoresâ.
La revista lo atribuye parcialmente a que no tiene âviciosâ como los de otros dirigentes del mismo estilo -menciona a Víktor Orbán, en Hungría, Narendra Modi en India y a Jair Bolsonaro, en Brasil-, como ridiculizar a la comunidad gay, ir contra los musulmanes o llamar a sus simpatizantes a incendiar el Amazonas.
Reconoce que AMLO âhabla fuerte y claro por los que no tienen, y no es personalmente corruptoâ.
Necrofilia ideológica de AMLO: The Economist
¿En qué consiste entonces su peligrosidad? Según The Economist, a que sufre lo que el periodista venezolano Moisés Naím llamó ânecrofilia ideológicaâ: un amor por ideas que ya han sido probadas en el pasado y fracasaron.
AMLO, explica la revista, divide a los mexicanos en dos grupos: âel puebloâ, que para el dirigente son aquellos que lo respaldan, y la élite, a la que âdenuncia, frecuentemente seí±alándolos por su nombre, como criminales y traidores responsables de todos los problemas de Méxicoâ.
AMLO, continúa el artículo, âdice estar construyendo una democracia más auténtica. Es algo extraí±o. Llama a muchas votaciones, pero no siempre sobre los asuntos que se resuelven mejor votandoâ. Como ejemplo, menciona los referéndums a los que ha llamado cuando se presentan objeciones legales a sus proyectos estrella, como mudar el aeropuerto, o construir un oleoducto.
Incluso, agrega, âha pedido un referéndum nacional sobre si juzgar por corrupción a cinco de los seis expresidentes mexicanos vivos. Como forma de recordar a los votantes las carencias de los regímenes previos, es ingenioso. Pero también es una burla al Estado de derechoâ.