
Un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz mostró que Brasil se enfrenta al mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia.
Por: El FinancieroÂBrasil registró por primera vez más de 90 mil casos de COVID-19 en 24 horas, lo que es su segundo día consecutivo de cifras récord mientras el país lucha contra el colapso del sistema sanitario.
La mayor nación de América Latina informó este miércoles sobre 90 mil 303 nuevos contagios, lo que eleva la cifra a unos 11.7 millones de casos totales. El Ministerio de Salud también informó de 2 mil 648 muertes por el virus en las últimas 24 horas, elevando el total a 248 mil 775.
El martes, Brasil había informado de un récord de 2 mil 841 muertes por COVID-19.
Las cifras llegan horas después de que una encuesta mostrara que el manejo de la crisis del COVID por parte del presidente Jair Bolsonaro es desaprobado por el 54 por ciento de los brasileí±os, según un ejercicio de Datafolha publicado este miércoles.
Esta desaprobación es superior al 48 por ciento de enero, y es la peor lectura desde que el virus llegó al país hace un aí±o. El rechazo general al presidente Bolsonaro -los que lo califican de malo o terrible- subió al 44 por ciento, desde el 40 por ciento de la encuesta anterior.
Datafolha encuestó a 2 mil 23 personas en todo Brasil los días 15 y 16 de marzo, con un margen de error de aproximadamente el 2 por ciento.
Las críticas sobre el errático manejo de la pandemia por parte del Gobierno de Brasil han crecido a medida que los sistemas de salud de todo el país se colapsan y la recuperación económica pierde fuerza.
La nación latinoamericana está atravesando la peor fase de la crisis, con un récord de 2 mil 841 muertos y 83 mil 926 nuevos casos solo el martes. Después de superar a la India en el total de contagios la semana pasada, únicamente queda por detrás de Estados Unidos en ambos cómputos.
Esta semana, Bolsonaro nombró a Marcelo Queiroga como nuevo ministro de Salud del país -el cuarto en el último aí±o- para tratar de controlar la crisis. El general Eduardo Pazuello, que ocupaba el cargo desde mayo, estaba sometido a una presión creciente en medio del empeoramiento de las cifras y de una lenta negociación de acuerdos de vacunas COVID que ha dejado a ciudades y estados con pocas dosis a mano.
Si bien Queiroga, un cardiólogo, hizo guií±os a la importancia del uso de cubrebocas y de las medidas básicas de higiene para combatir el virus, seí±aló que es poco probable que el enfoque del país ante la pandemia cambie drásticamente. El responsable de establecer las políticas, dijo, es Bolsonaro. El presidente de Brasil ha rechazado repetidamente las medidas de distanciamiento social y a menudo ha descartado las vacunas.
Al mismo tiempo, un estudio de la Fundación Oswaldo Cruz mostró que Brasil se enfrenta al mayor colapso sanitario y hospitalario de su historia. La tasa de ocupación de las UCI de los hospitales públicos supera el 80 por ciento, un umbral considerado crítico, en casi todos los estados. En 19 de las 27 capitales de estado, más del 90 por ciento de las camas están ocupadas.
"Para evitar aún más casos y muertes, y bajar los índices de ocupación, los investigadores defienden duras medidas de prevención y control, así como más medidas restrictivas a los negocios no esenciales", dijo la Fundación conocida como Fiocruz. "Son necesarias más medidas de distanciamiento físico y social, el uso de cubrebocas a gran escala y la aceleración de las vacunaciones".
Brasil ha desplegado casi 14.5 millones de dosis de vacunas unos dos meses después de haber iniciado oficialmente su campaí±a de inmunización masiva. Eso significa que alrededor del 5 por ciento de la población ha recibido una primera inyección, y el 1.8 por ciento ha sido vacunado completamente, según datos recopilados por Bloomberg.