El organismo exhortó a la cooperación internacional para salvar al país que sufre una de sus peores crisis en un siglo
Por: ForbesÂ
El Banco Mundial (BM) estimó este lunes en hasta 4,600 millones de dólares los daí±os ocasionados por la explosión en el puerto de Beirut el pasado 4 de agosto y tildó de âesencialesâ la ayuda internacional y la inversión privada para el el Líbano, que sufre una de las peores crisis en sus cien aí±os de historia.
De acuerdo a las estimaciones preliminares de un nuevo informe del organismo internacional, la explosión causó entre 3,800 millones de dólares y 4,600 en daí±os en las propiedades físicas, mientras que sitúa entre los 2,900 y los 3,500 millones las pérdidas que han sufrido los sectores económicos, de los que los más afectados son la vivienda, el transporte y los bienes culturales.
Este cálculo se ha realizado en la llamada Evaluación Rápida de Daí±os y Necesidades (RDNA, en inglés) en colaboración con la ONU, la Unión Europea, el Gobierno del Líbano y su sociedad civil, entre otros, apuntó el BM en un comunicado.
Según las primeras cifras ofrecidas por el presidente libanés, Michel Aoun, y el Gobierno interino, se calculó en 15,000 millones de dólares las pérdidas tras la deflagración de 2,750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas durante seis aí±os sin custodiar en el puerto de Beirut y que asoló con gran parte de la capital mediterránea.
El Banco Mundial llamó a la reconstrucción del Líbano âbasada en los principios de transparencia, inclusión y rendición de cuentas para satisfacer las demandas y aspiraciones de los libanesesâ.
Las necesidades de reconstrucción y recuperación del sector público para este aí±o y el próximo se calcula que están entre 1.800 millones de dólares y 2.200.
De ellos, entre 605 y 760 millones de dólares serán ânecesarios en el plazo inmediato hasta diciembre de 2020â y âentre 1.180 y 1.460 millones a corto plazo para el aí±o 2021â, de acuerdo al informe.
Según el BM, los tres principales efectos económicos de la explosión, que dejó 190 muertos, más de 6,5000 heridos y 300,000 personas sin hogar, son: âpérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción del capital físico, interrupciones comerciales y pérdidas de ingresos fiscales para el Gobiernoâ.
Incluso antes de esta catástrofe, el Líbano se enfrentaba a varias crisis âagravadas con proyecciones del crecimiento del PIB real en 2020 muy por debajo de los dos dígitos negativos, impulsadas por los efectos secundarios del conflicto de Siriaâ, país del cual es vecino.
âEl desastre no solo exacerbará la contracción de la actividad económica, sino que también empeorará las tasas de pobreza, que ya estaban en el 45 % de la población justo antes de la explosiónâ, se asegura en el comunicado.
El Líbano sufre su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990) con la pérdida de valor de su divisa local, la libra libanesa, en más del 80 % en el mercado ilegal paralelo, que además se ha visto agudizada por los efectos de la pandemia de la COVID-19.
El BM recomendó un enfoque para âreconstruir mejorâ a través de un marco de âreforma, recuperación y reconstrucción que combina intervenciones que priorizan las necesidades de las personas, en particular los pobres y los más vulnerablesâ, y aí±adió que estas reformas deberían âprevenir la corrupción (â¦) de las élitesâ.
Finalmente, el BM aseguró que son âesencialesâ tanto la ayuda internacional como la inversión privada para una completa recuperación y construcción âdado el estado de insolvencia del Líbano y la falta de suficientes reservas de divisasâ.