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Cumple Pedro Infante 63 aniversario luctuoso

Cumple Pedro Infante 63 aniversario luctuoso

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El actor y cantante cosechó una gran carrera en el cine mexicano.

Por Notimex

Ciudad de México.- Las primeras horas del lunes 15 de abril de 1957, medios de comunicación reportaron la caí­da de un avión en el patio del domicilio ubicado en la calle 87 esquina con la calle 54 en el centro de Mérida, Yucatán, y para la tarde de ese mismo dí­a, México se estremecí­a ante la noticia de que Pedro Infante Cruz, “El í­dolo de México”, habí­a perdido la vida en aquel fatí­dico accidente.

“Un avión carguero de la TAMSA se estrelló hoy en Mérida: Perecieron Pedro Infante, el capitán Vidal y el mecánico”, reportó el Diario de Yucatán en su edición vespertina de aquel dí­a, luego de que el avión cayera sobre la casa que también albergaba una tienda, inició un incendio que provocó la muerte de la joven Ruth Rosell Chan y el nií±o Baltazar Martí­n Cruz.

Sobre las condiciones en las que sucedió el accidente aéreo, se informó que el avión piloteado por Infante, partió del aeropuerto de Mérida alrededor de las siete de la maí±ana con dirección a la Ciudad de México, destino que no fue alcanzado cuando a los pocos metros de altura se presentaron dificultades en las acciones de viraje que desencadenaron en la pérdida de control y la caí­da de la aeronave.

¿Por qué el actor y cantante piloteaba el avión? “El í­dolo de México” era un gran aficionado al pilotaje, incluso tras casi 3 mil horas de vuelo se convirtió en un profesional de las alturas reconocido como el “Capitán Cruz”, aquel fanatismo rápidamente le causó estragos, como la incrustación de una placa de titanio en la frente, tras un segundo accidente aéreo ocurrido en la población de Zitácuaro, Michoacán.

Sin embargo, fue el tercer accidente el que le costó la vida, hace 63 aí±os, y el que se vio envuelto en la polémica por lo que se transportaba en aquel avión, cuestionamiento que pasó a segundo plano tras los funerales multitudinarios realizados en la capital mexicana, donde miles de fanáticos y miembros de la comunidad artí­stica perteneciente a la í‰poca de Oro del Cine en México, acudieron a darle el último adiós.

Los restos de “El í­dolo de México”, fueron velados en el recinto entonces conocido como el Teatro de la Asociación Nacional de Actores, lugar desde donde se emprendió un cortejo fúnebre con dirección al Panteón Jardí­n ubicado en el barrio de San íngel, en la delegación ílvaro Obregón de la Ciudad de México.

La última morada de Pedro Infante, en dicho camposanto, estaba conformada por un busto dorado que se alzaba en medio de un mausoleo de gran proporción, el cual fue catalogado como “un homenaje luctuoso al í­dolo de México”, sin embargo, para 2007, aquella lápida que acompaí±ó su última morada por cinco décadas fue subastada por la casa Louis C. Morton.

Según lo declarado en ese entonces por los dueí±os del lote, la recaudación serí­a destinada a alguna institución benéfica o para la casa del actor: en el Panteón Jardí­n se colocó una réplica de dicha lápida, donde aí±o tras aí±o, sea en Dí­a de Muertos, los festejos de su natalicio o el dí­a de su fallecimiento, acuden sus fanáticos, los de avanzada edad y los jóvenes que lo recuerdan por su gran legado musical.

La pieza original de la última morada de Pedro Infante Cruz se encuentra en el Museo ídolos del Esto, mientras que en el lugar donde cayó la aeronave se encuentra una placa que recalca: “En este sitio perdió la vida, trágicamente, el 15 de abril de 1957, el í­dolo de México Pedro Infante Cruz, y el capitán Ví­ctor M. Vidal, Marciano Bautista, Ruth Rosell Chan y el nií±o Baltazar Martí­n Cruz. Se coloca esta placa en su memoria”.

En Mérida, Yucatán, también se construyó el parque en memoria de Pedro Infante, un sitio en el que se encuentra una figura en tamaí±o real del í­dolo de México, además de los detalles más importantes de su carrera y dos frases en su honor; “Amorcito corazón yo tengo tentación de un beso” y “¡Ay, trompudas! Si me muero, ¿quién las besa?”.

Peculiaridades de la última morada del í­dolo de México

“Perdimos a un ser que tanto amamos acá en la tierra…”, se puede leer en la lápida colocada de lado izquierdo en la tumba de Pedro Infante, dejando ver que aquel espacio es un homenaje luctuoso al í­dolo de México, quien protagonizó la cinta Tizoc.

La tumba de Pedro Infante Cruz se encuentra a unos pasos del mausoleo en el que descansa la actriz Blanca Estela Pavón, con quien Infante tuvo la oportunidad de trabajar en distintas ocasiones.

Tras un accidente aéreo y ser encontrada a las faldas de volcán Popocatépetl, Blanca Estela Pavón falleció en la misma forma en que lo harí­a Pedro Infante ocho aí±os después, en tanto que compartieron créditos en cintas como Nosotros los Pobres y Ustedes los Ricos, con las que consolidó su carrera y recibió el sobrenombre de

“La Chorreada”.

Dentro del mausoleo de Blanca Estela Pavón se puede ver una serie de fotografí­as de la actriz, quien perdiera la vida a los 23 aí±os. Se cuenta que el dí­a en que la actriz era velada en la ANDA (Asociación Nacional de Actores), Pedro Infante expresó: “Se nos fue la ‘Chorreada’, se nos fue...”.

Los restos de Jorge Negrete también se encuentran en el llamado “Cementerio estelar de México”, donde en el espacio para los miembros de la ANDA descansan los restos de figuras como Germán Valdés “Tin Tan”, Javier Solí­s, Pedro Armendáriz y Gustavo Rojo, entre otros.

El nacimiento y carrera de la leyenda

“El í­dolo de México” fue una de las figuras más importantes para la cinematografí­a mexicana, que destacó gracias a su carisma y trayectoria como cantante, misma que lo acompaí±ó en cada una de las cintas que protagonizó.

Pedro Infante filmó más de 60 pelí­culas, protagonizando tí­tulos como Cuando Lloran los Valientes, Los Tres Garcí­a y ¿Qué te ha Dado Esa Mujer?, entre otras que fueron dirigidas por Ismael Rodrí­guez, con quien Infante formarí­a una de las duplas cinematográficas más sólidas.

Su carrera creció de manera exponencial dentro del periodo al que se le denominó í‰poca de Oro del Cine Mexicano, la cual obtuvo gran reconocimiento a nivel mundial toda vez que generaba el famoso star system, encabezado por figuras como Marí­a Félix, Jorge Negrete, Dolores del Rí­o, Sara Garcí­a, Pedro Armendáriz y el propio Infante.

El intérprete de temas como Amorcito Corazón protagonizó la trilogí­a compuesta por las pelí­culas Nosotros los Pobres y Ustedes los Ricos, de 1948, y Pepe El Toro, de 1953; en las tres cintas compartió créditos con Evita Muí±oz “Chachita” y Blanca Estela Pavón quien, tras su repentina muerte, solo apareció en la última cinta mencionada a través de fotografí­as.

El premio Ariel para Pedro Infante llegó con la cinta La Vida no Vale Nada, de 1955, dirigida por Rogelio González; sin embargo, el premio más importante en la carrera del actor fue el Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlí­n, reconocimiento otorgado de manera póstuma en 1957.

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