El Viacrucis del Ojo de Agua tuvo lugar bajo techo en la parroquia del Ojo de Agua, en Saltillo. Se realizó con un formato adaptado a las circunstancias actuales.
Por: Grupo Zócalo
Saltillo, Coah.- El Viernes Santo de Pandemia permitió que se volviera a hacer historia. Se trasmitió por primera vez por televisión en vivo y bajo techo, el Viacrucis del Ojo de Agua, haciendo un homenaje a los médicos y enfermeras que atienden enfermos de coronavirus.
Con un mundo convulso por la enfermedad y millones de católicos encerrados en casa por temor al contagio, Tele Saltillo y Grupo Zócalo ofrecieron sus cámaras, medios y redes sociales, a la parroquia del Ojo Agua, en Saltillo, que lleva 43 aí±os representando la Pasión de Cristo.
Ahora no fueron cientos, sino miles y quizá millones los católicos que pudieron observar el viacrucis más tradicional de Saltillo, transmitido por televisión abierta en Saltillo y Piedras Negras, y de forma simultánea en Facebook Live para Coahuila y el resto de la república.
Con un formato adaptado y la participación del párroco Ignacio Flores, en una de las escenas más emotivas de la representación, 17 actores provenientes de los grupos pastorales, con todas las medidas de salud y uso de cubrebocas, escenificaron la Pasión dentro del salón parroquial.
EMOTIVO CAMINO AL CALVARIO
Desde el jueves por la tarde Tele Saltillo transmitió la primera parte del Viacrucis, respetando la tradición de la parroquia, escenificando ante las cámaras la íltima Cena y luego la aprensión de Cristo por los soldados romanos.
Y este viernes, evitando todo tumulto, calor y cansancio por el recorrido que se hace cada aí±o en la pesada subida al Mirador, los televidentes observaron el inicio de las trece estaciones, cuyo programa especial fue presentado por el padre Ignacio Flores, el conductor Saúl Garza y el narrador Ricardo Orta Jaques.
Aparece Jesús ante el procurador Poncio Pilato, a donde los sacerdotes y fariseos judíos lo llevan para ser condenado. La autoridad romana lo envía con Herodes, quien le pide entretenerlo con milagros a cambio de su libertad. Tras negarse, es devuelto a Pilato, quien, como lo dice la Biblia, pone a consideración del pueblo liberarlo a él o a Barrabas. Y Barrabas queda libre.
Alejandro Morales, el joven que representó a Jesús en el viacrucis, con rostro desencajado recibió los 40 azotes y luego fue entregado a los judíos para ser crucificado, tras lavarse las manos Pilato. Tras imponerle la corona de espinas, apareció en escena Ricardo Orta para declamar ante el rostro doliente del Cristo.
âPorqué te quedas callado si eres el divino verboâ, âDebo gritar, yo soy el perverso, a mi la cruz y el flageloâ, â¡Pastores, por cobardía me mataron a mi becerroâ, fueron algunas de las frases más emotivas de la declamación que sacó lágrimas a los televidentes.
Con los cánticos de los coros del Ojo de Agua como música de fondo, Jesús fue llevado a cargar la cruz y comenzó el camino al Calvario. Otro de los momentos vibrantes fue el encuentro con su madre la Virgen María, de cuyas palabras salieron palabras de ternura y dolor.
âMi nií±o que durmió sobre mi pecho, espinas te cií±en la cabeza, ya no mis besos⦠Yo por ti diera la vida, por ti que ellos dieron 30 dinerosâ¦â, gritó la mujer con lágrimas en los ojos y voz desgarrante.
Más delante se encontró con la mujer que enjugó su rostro con un lienzo, en el que apareció impresa la imagen del Santísimo Cristo del Ojo de Agua, mientras la mujer llorosa declaraba: âAsí quiero que te pintes en mis entraí±as muy hondo. Eres el divino rostro, mi corazón es un lienzo, donde se pinta tu rostroâ.
PADRE NACHO Y EL NUEVO CIRINEO
Siguieron los dos episodios más emotivos y estrujantes de la escenificación. Tras la segunda caída con la cruz, aparece en escena el padre Ignacio Flores declamando e intentando levantar al nazareno.
âMigajita resbalada, para caer en el polvo bajaste de los cielos⦠Yo bendigo tu caída, que da pan al hambriento⦠¿Quién tiró el pan de los hijos para dárselo a los perros? Yo bendigo tu caída que me da tanto enfrentamiento, con lágrimas y ternura a ti me acercoâ¦. El amor que me tuviste te puso en tales extremosâ, dijo el sacerdote, desatando en verdadero llanto al joven nazareno.
Lo tomó en sus brazos, lo levantó en silencio y juntos se abrazaron llorando como un padre abraza a su hijo enfermo. Después lo llevó de nuevo a la cruz para seguir el tormento. Y más delante volvió a caer, encontrando de frente a un nuevo Cirineo.
Cuando los soldados, como lo dice la Biblia, pidieron a Simón de Cirene llevar la cruz en vez del reo, en el viacrucis del Ojo de Agua apareció un nuevo cirineo, ataviado con bata de médico y estetoscopio al pecho, junto a dos mujeres vestidas de enfermeras, que levantó a Jesús e intentó curar sus llagas con algodones y rezos.
Con esta escena de los personajes con tapabocas que se humedecieron en lágrimas de verdadero sentimiento, se rindió homenaje a los doctores y enfermeras que se encuentran atendiendo a los miles de enfermos contagiados por el coronavirus que afecta al mundo entero.
Pero sobre todo fue dedicado a los profesionales de la salud de Coahuila, que atienden en los diferentes hospitales a los contagiados, y lo hacen sin suficiente protección y ahora están muertos o enfermos.
Después del conmovedor momento, cargó el nuevo Cirineo la cruz y tras otras estaciones llegó al Calvario y fue subido al madero, clavado y elevado, recibiendo las burlas de los fariseos, el reproche del ladrón izquierdo y la súplica del ladrón sincero.
Entregó a su Madre a Juan, el apóstol más joven y valiente. Se repartieron sus ropas en suerte. Le dieron a beber hiel, cuando estaba sediento. Y luego gritó fuerte que ya era su momento. âTodo está consumadoâ, y expiró clamando al cielo.
Fue bajado de la cruz tras atravesar una lanza su costado y luego bajado con una manta blanca y tendido en el suelo. Ahí lloró en los brazos de su madre, que lo entregó para ser sepultado, depositándolo sobre una piedra antes de llevarlo a su último lecho.
Ahí, con el cuerpo cubierto, los actores y participantes del viacrucis, ataviados con cubrebocas, pasaron a besar el lienzo, y al final el padre Nacho, la Virgen y Juan, quienes despidieron el momento. Así terminó la trasmisión del viacrucis televisado en vivo, más emotivo y tierno.
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