
Adriana Ortega es la primera desactivadora de entre 220 militares.
Por Agencias
CIUDAD DE MíXICO.- Por primera vez en su historia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene a una mujer especialista en la desactivación de explosivos, con quien se llega a 220 los elementos capacitados en esta tarea del Grupo de Respuesta a Emergencias (GRE).
Adriana Ortega Castillo, subteniente de Artillería, es egresada de la licenciatura de Administración Militar del Heroico Colegio Militar.
A inicio del presente aí±o atendió a la convocatoria para realizar el curso y recibir la capacitación para realizar una de las tareas de más riesgo en las Fuerzas Armadas.
Asegura que su intención al practicar estas tareas tiene el propósito de servir de ejemplo para sus hermanos, uno mayor y dos menores, y para que su familia se sienta orgullosa.
La subteniente agregó que, en lo personal, le representó un reto integrarse a un grupo de capacitación especializada formado sólo por varones, ya que otra de sus compaí±eras no logró aprobar los exámenes iniciales.
CUATRO MíDULOS
El curso realizado en mayo en el Grupo de Respuesta a Emergencias para la capacitación de desactivadores de explosivos incluye cuatro módulos; el primero de ellos para las evaluaciones administrativas, médicas, sicológicas y físicas.
El segundo módulo, que se considera el más importante, consiste en superar el uso del traje antibombas, de aproximadamente 40 kilos de peso, y que será la principal herramienta de protección para realizar el trabajo.
Los siguientes dos módulos consisten en toda la información teórica y técnica sobre el trabajo a realizar, equipos y componentes de artefactos, entre otros temas; posteriormente sigue la práctica en campo, donde se aplican sus conocimientos.
âEL PRIMER ERROR ES TAMBIíN EL íLTIMOâ
El traje especializado que usan los técnicos desactivadores para proteger su cuerpo recibe el nombre de EOD8, elaborado por la Fábrica de Vestuarios y Equipos (FAVE) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y cuenta con ventiladores y equipo de comunicación.
El traje está elaborado con telas especiales para recibir el impacto de metralla, además de placas balísticas y un recubrimiento de kevlar, material resistente a los impactos.
Una célula para atender una emergencia está integrada por cinco elementos, todos capacitados para desactivar un artefacto, pero es ya en el lugar donde se decide quién vestirá el traje antibombas, y será el único en acercarse.