
En el país, el único cliente de Boeing es Aeroméxico.
Por: AgenciasCiudad de México.- La estadunidense Boeing quiere que más de sus aeronaves vuelen por los cielos mexicanos. Y para despegar en el país, su alianza con la empresa brasileí±a Embraer es la clave.
Las pláticas de una posible asociación entre ambas compaí±ías comenzaron en 2017, cuando ya eran socios en temas de ingeniería y pruebas de desempeí±o. Fue hasta diciembre de 2018 cuando Boeing adquirió la división de aviación comercial y las operaciones de servicios de Embraer, con lo cual la estadunidense se hizo de 80% de la firma brasileí±a por un monto de 4 mil 200 millones de dólares.
Embraer tiene una fábrica en Chihuahua, en donde arma los interiores de sus modelos E-170, E-175, E-190 y E-195, tanto de primera como de segunda generación, además de paneles internos, sistemas de oxígeno e iluminación. Donna Hrinak, presidenta de Boeing en Latinoamérica, ve en estas instalaciones el primer paso para que la compaí±ía tenga su primera fábrica en México.
âEstamos en el proceso de integrarnos con Embraer en la parte comercial, lo cual nos daría nuestras primeras fábricas fuera de Estados Unidos. Tenemos ya fábricas en Australia, Canadá e Inglaterra, pero no en un país donde el inglés no es la lengua maternaâ, explica en entrevista con Expansión.
Hrinak explicó que las primeras fábricas de esta etapa serían las de Brasil, Portugal y México.
En el país, el mayor cliente de la compaí±ía -y prácticamente el único- es Aeroméxico, que en 2012 firmó un contrato para la adquisición de 100 aeronaves por 11 mil mdd, y cuya flota al primer trimestre del aí±o constó de 70 aeronaves de Boeing y 57 de Embraer, por lo cual Hrinak consideró que su experiencia en el mercado mexicano ha sido buena, âpero limitadaâ.
Aunque la empresa busca tener un mejor acercamiento con Protección Civil para colocar aeronaves como su modelo H-47 Chinook, que se utiliza en operaciones de rescate en desastres naturales, la situación se complica ante las catástrofes relacionadas con su modelo 737 MAX8, que registró dos accidentes en Etiopía e Indonesia en menos de seis meses, y en los que fallecieron más de 300 personas.