
Lizbeth Ovalle no paraba de llorar. Aun con lágrimas, de puro dolor en el tobillo izquierdo, celebró su asistencia.
Por Agencia Reforma
Ciudad de México.- Lizbeth Ovalle no paraba de llorar. Aun con lágrimas, de puro dolor en el tobillo izquierdo, celebró su asistencia para el gol con el que Tigres abrió al América en el Estadio Universitario.
En la ida de la Semifinal, las felinas se impusieron 2-0 a las íguilas con doblete de Katty Martínez, esas que apenas en diciembre les ganaron el título.
Corría el 28' cuando Ovalle recibió un fuerte pisotón. Se retorció de dolor. Le pegó al césped. Salió llorando. Regresó a la cancha igual. Estuvo dos minutos sin querer tocar el balón, pero en la primera que le llegó superó a Mónica Rodríguez, Esmeralda Verdugo y Marylin Díaz antes de cruzar la pelota justo a la llegada de Katty, para el primero de la noche al 33'.
Después, Ovalle siguió llorando hasta que se metió a vestidores.
Tigres había sido mejor. Katty Martínez pegó una vez y había inquietado en otras dos, pero no fue tan piadosa en una tercera, al 59', cuando recibió un pase de Liliana Mercado y disparó cruzado, imposible para la guardameta Cecilia Santiago.
El domingo a las 16:00 horas se juega la vuelta en el Azteca. Un 2-0 que tiene a Tigres cerca de otra Final. Con ese panorama, imposible llorar.