
Raymundo Pérez asegura que su hijo solo se encontraba en el lugar porque estaba buscando refacciones y asegura que en la explosión murió mucha âgente inocenteâ.
Por: Agencias
Ciudad de México.- El día en que la toma clandestina explotó en Tlahuelilpan, Hidalgo, Ezequiel Pérez Corona, de 20 aí±os, sólo iba por unas refacciones cuando desapareció entre aquella multitud que danzaba alrededor de la gasolina.
Raymundo Pérez Porras llegó al Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas para saber de la salud de su hermano, Josué Pérez Corona y también con la esperanza de encontrar a su hijo Ezequiel, quien se encuentra en calidad de desaparecido.
âFamilias completas han muerto. Hay muchos calcinados. Estamos desesperados. Vamos al hospital y no nos dan información. Vamos a las funerarias, en Tula, no nos dejan pasar a reconocer los cuerpos porque hay órdenes hasta que les hagan el estudio de ADNâ.
A Ezequiel, dijo, no lo encuentran. âIban a traer unas refacciones, ir a ordeí±ar vacas que tenemos en el campo y tal vez se bajó cuando vio a toda esa gente y, desgraciadamente, se dio la explosiónâ.
Seí±aló que la gente está muy enojada porque falleció gente inocente y lo que desea es que âlo más pronto posible nos entreguen los cuerposâ.
âNo somos 'huachicoleros'. Somos campesinos. Trabajamos con nuestras manos. Toda la semana sufrimos pérdidas por la falta de abasto de gasolina, porque allá nos venden caro los litros que no son de litro.
"Hicimos lo posible por trasladarnos y trabajar en burro y bicicleta, pero no es lo mismo, por eso fuimos por la gasolina y le pedimos al Presidente que nos apoye de verdad, allá no hay empresas y las que existen son abusivosâ.
Con información de Milenio