
La Fiscalía hizo públicos decenas de fragmentos de las de las llamadas interceptadas entre 2011 y 2012.
Por AFP
Estados Unidos.- El colombiano Cristian Rodríguez era un hombre clave para El Chapo Guzmán, el ingeniero jefe encargado de encriptar sus comunicaciones y entrenar a otros técnicos. Pero el FBI le tendió una trampa en un hotel de Manhattan, Rodríguez cayó y comenzó a traicionar a su jefe. Un agente especial del FBI que durante 17 aí±os realizó investigaciones ligadas al narcotráfico, Stephen Marston, contó al jurado cómo investigó a Rodríguez hasta llegar a la conclusión de que para interceptar "el sofisticado sistema de comunicación" de El Chapo era necesaria su colaboración.
Tras organizar una falsa reunión entre narcos en un hotel de Manhattan en 2010, donde agentes del FBI posaron de gángsters y le filmaron en video, Rodríguez aceptó colaborar. La policía federal estadunidense convenció a Rodríguez, que trabajaba desde Colombia, de que mudara tres servidores de El Chapo de Canadá a Holanda.
Y con la luz verde de las autoridades holandesas, entre abril de 2011 y enero de 2012 interceptó mil 500 llamadas telefónicas, incluidas hasta 200 conversaciones de El Chapo desde sus escondites en las montaí±as de Sinaloa con socios, sicarios y oficiales mexicanos corruptos, parte de las cuales fueron difundidas este martes como abrumadora evidencia de su culpabilidad en su juicio en Nueva York. Se estima que Rodríguez, presumiblemente en una prisión en Estados Unidos, será testigo en el juicio de El Chapo.
El sicario desobediente
La meta de la acusación es convencer al jurado de que El Chapo es culpable, y su estrategia es abrumarlo con evidencia de todo tipo, por más minima que sea. La conversación telefónica de Joaquín El Chapo Guzmán más surrealista escuchada el martes fue una charla a los gritos con su jefe de seguridad en Sinaloa, El Cholo Iván, un hombre violento, rebelde y dueí±o de una risa maníaca que retumbó en la sala de la corte federal de Brooklyn donde es juzgado el acusado, provocando escalofríos a los presentes.
El Cholo se muestra en la conversación telefónica como un hombre que disfruta de golpear a policías, y pese a los ruegos de El Chapo, a quien llama "jefe", insiste en torturarlos. "¿Les pegaste a los policías?", pregunta El Chapo en la grabación. "Les dí una patada en el culo a todos, a los locales, los federales", responde El Cholo. "No seas tan duro con la policía", le pide El Chapo. "Bueno, me pediste que sea como un lobo, que actúe como un lobo, recuérdalo. Y así es como me gusta", dice El Cholo. "No, no, no, deja a esos policías (...) No los persigas, son los que ayudan", le dice El Chapo.
"Solo rétalos, no les pegues más (...) Habla con ellos con calma porque pueden llamar a los soldados", le ruega El Chapo a su sicario. "¡Oye, ya los machucaste una vez!", le recuerda. El Chapo también le pide que una vez que secuestra y ata a sus víctimas, lo llame "para asegurarnos de que no ejecutamos a gente inocente". Pero El Cholo le advierte que su gente actúa rápido.