
El incidente ocurrió en el momento en que se servía el desayuno en el vuelo 3U8633 de Sichuan Airlines.
Por: Agencias
Londres.- Todo indicaba que sería un vuelo de rutina, uno más entre los cientos que cruzan cada día los cielos de China. Pero de pronto, el capitán Liu Chuanjian, que volaba un Airbus A319 entre las ciudades de Chongqing y Lhasa, en Tíbet, escuchó un sonido que remeció toda la cabina.
"No hubo ninguna seí±al de advertencia. El parabrisas se quebró, dio un fuerte golpe. Lo siguiente que supe fue que mi compaí±ero había sido succionado ", le contó al diario Chengdu Economic Daily.
En medio del vuelo, a casi 10.000 metros de altura, uno de los cristales de la cabina se rompió y el copiloto vio la mitad de su cuerpo fuera de la aeronave. Estuvo por varios minutos así, expuesto a bajísimas temperaturas y a la falta de oxígeno.
Se salvó por un pelo, es decir, por el cinturón: el dispositivo de seguridad no permitió que el suboficial fuera totalmente succionado de la cabina.
Pero mientras el copiloto trataba de salvar su vida, el avión perdía altura abruptamente, descendía la presión y la temperatura en la cabina y los equipos comenzaban a fallar.
Pero según la Administración de Aviación Civil del país asiático no hubo daí±os mayores: el copiloto solo sufrió un esguince en la muí±eca y cortes faciales y otro miembro de la tripulación de cabina tuvo una leve lesión en la cintura por una caída.
Finalmente, el avión aterrizó de emergencia con los 119 pasajeros ilesos.
Airbus y la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos enviaron equipos a China para investigar el incidente.
El hecho tuvo lugar dos meses después de que una mujer muriera en Estados Unidos tras ser succionada parcialmente por la ventana de un avión, cuyo motor explotó en el aire.
Las fracturas de los cristales parabrisas de la cabina son incidentes relativamente comunes y pueden ser causadas por rayos o por lo que denominan "golpe de pájaros", cuando las aves se estrellan contra el avión en vuelo.
Con información de BBC Mundo