Con más de un siglo al servicio de la fe católica, es considerada la segunda más antigua de la región.
Por: Paúl Garza
Allende, Coah.-Â Aunque documentos históricos seí±alan que la construcción de la Parroquia San Juan de Mata inició en 1868, no fue sino hasta en 1901 cuando quedó parcialmente terminada; a 119 aí±os al servicio de la fe católica, es considerada la segunda más antigua de la región, después de la Parroquia del Santo Nií±o en Villa Unión.
Entre documentos y testimonios históricos se desprende además que la Parroquia permaneció cerrada por tres aí±os en el lapso de 1926 a 1929 en
acatamiento a un Decreto del gobierno del Estado que prohibía la realización de cultos religiosos.
Desde el inicio de la fundación de la población como Villa de San Juan de Mata de Allende, en el aí±o de 1826, sus fundadores consideraron un terreno ubicado frente a la plaza principal para que ahí se edificara la Parroquia misma que fue bautizada con el nombre del Santo Patrono Juan de Mata.
San Juan de Mata fue un religioso francés, cofundador, junto a San Félix Valois, de la Orden Trinitaria. Se le caracterizó por su amor a los pobres, a los desheredados, a los enfermos y a los presos, especialmente a los cautivos a quienes resguardaba y curaba como una fiel misión de la Orden Trinitaria.
Los restos del Santo Patrono descansan en una urna de la Iglesia de San Juan de Mata en Salamanca, Espaí±a.
Aquí es venerado por los fieles católicos desde la misma fundación de la ahora ciudad de Allende.
La construcción de la Parroquia tardó más de tres décadas por la falta de recursos económicos, no obstante desde 1886 había sido adquirida la campana, una pieza de cobre de 150 kilos que se utilizaría para marcar las horas del día a la población.
En 1921, el Presbítero Epifanio Ocampo Mejía se hizo cargo de los trabajos de reanudación de la Parroquia, misma que logró terminar pero de 1926 a 1929, no estuvo abierta a los feligreses por el Decreto seí±alado por el gobierno.
Fue hasta el 13 de Julio de 1929 en el cual previo registro formal como Párroco, cuando al Sacerdote Epifanio Ocampo le fue entregada la Iglesia, sus bienes muebles e inmuebles, que los recibió de conformidad ante los integrantes de la Junta Vecinal, según consta oficio emitido por el gobierno del Estado.
A partir de esa fecha el Primer Párroco de San Juan de Mata en la persona de Epifanio Ocampo Mejía reanudó su actividad pastoral, por nombramiento del Sr. Obispo Jesús María Echevarría.
Le antecedieron como sacerdotes: los Pbro. José Cornelio Ayala, Fray Manuel Gorjón, Pbro. José Albino de la Garza, Pbro. Juan E. Lozano, Pbro. Pedro
María Garza y de la Garza, Pbro. Juan C. Hernández, Pbro. Eduardo Trujillo, Pbro. Esteban Suárez, Pbro. Aquilino Domínguez.
Tras el retiro y fallecimiento del querido y primer párroco, Epifanio Ocampo, se hizo cargo el Presbítero José Oviedo Imperial quien se desempeí±ó como Párroco de la Iglesia San Juan de Mata en Allende desde 1854 al 2002.
En esta etapa de la Iglesia Católica, el nuevo Párroco consolida la Doctrina Trinitaria del Santo Patrono San Juan de Mata.
El Padre José Oviedo Imperial se convirtió en el principal precursor y misionero de principales obras que vinieron a darle cobijo, amparo y atención a los ancianos, a los enfermos y a los más pobres.
Encabezó la iniciativa de construir la Casa Hogar âBetania Santa Maríaâ a partir del 5 de Mayo de 1981, edificio que fue inaugurado el 23 de Noviembre de 1987 por el Sr. Obispo Francisco Villalobos Padilla.
Frecuentaba los domicilios de los enfermos y encabezó el llamado solidario de la sociedad allendense en apoyo asistencial a la gente necesitada.
Para ampliar su labor evangelizadora logró la construcción de la Capilla de Nuestra Seí±ora del Sagrado Corazón en Río Bravo, a la que le siguieron las capillas de San José Obrero, Sagrado Corazón, Santa Cruz y San Judas Tadeo en distintos sectores en Allende.
El historiador Federico Ramos Olvera ahondó más sobre el querido Párroco Oviedo Imperial, a quien se le recuerda por su entrega, su calidad humana, servicio y siempre dispuesto a socorrer a las familias carentes de los medios para salir adelante, esa generosidad natural en el hizo que se ganara el carií±o de toda la gente de Allende.
La construcción de un Casa-Hogar, no asilo, no refugio, sino un lugar digno fue su visión para ayudar a quienes debido a su avanzada edad, a la soledad y el abandono en esta última etapa de su vida, no tenía en donde pasarla.
âSiempre ayudaba a la gente humilde, aportaba su dinero, los ingresos de la Parroquia a la gente pobre; no le gustaba publicitar ningún donativo, lo hacía siempre de corazónâ.
El Padre Oviedo tenía la costumbre de visitar a los enfermos, quien al igual que el Padre Ocampo siempre se les recuerda por su bondad, dispuestos a escuchar, orientar y aconsejar a quienes se le acercaran para compartir con ellos sus angustias personales.
Como la Casa de Dios siempre las puertas abiertas de la Parroquia para recibir al pueblo, cuando la ciudad se ha visto amenazada por fenómenos naturales como inundaciones, los Párrocos llamaron a la comunidad a refugiarse en la Iglesia mientras pasaba el temporal.
Con respecto a la construcción de la Parroquia, el plano original la diseí±a con las dos torres, pero la falta de presupuesto nada más alcanzó para una como luce actualmente.
Hay otros datos como la existencia de un túnel que servía igual de protección para los misioneros, pero de ello se dará cuenta en próxima edición.
Muchos Presbíteros han pasado después del fallecimiento del Padre Oviedo Imperial y cada uno de ellos ha continuado su labor evangelizadora bajo los principios trinitarios del Santo Patrono, dejando una gran huella en la devota grey católica de Allende.
Actualmente la Iglesia San Juan de Mata se prepara para recibir a su nuevo Sacerdote a raíz de unos cambios de la Diócesis del Norte de Coahuila.
