
La obra es un paseo por los valores universales de la humanidad.
Por: Agencias
Valencia.- El 6 de abril de 1943 se publicó la primera edición de ´El Principito´, un cuento que muchos creyeron una novela infantil pero que contiene -también- valiosas lecciones para los adultos. Una obra intemporal nacida de la imaginación y los recuerdos de Antoine de Saint-Exupery (1900-1944), un aviador francés fallecido un aí±o después de que viera la luz uno de los libros más importantes del siglo XX.
´El Principito´ narra la peripecia inicial de un aviador que sufre una avería en el desierto del Sahara, un enlace con la propia trayectoria vital de Exupéry. La aparición de un nií±o al que el narrador llama ´El Principito´ abre en canal toda la riqueza filosófica del libro, en el que también destaca el personaje del zorro.
Pero la obra es, además, un paseo por los valores universales de la humanidad, como la esperanza, el esfuerzo, el compromiso, el amor y la felicidad que aportan las pequeí±as cosas de la vida. Una esencia que el escritor francés construye a través de diálogos a menudo desconcertantes para el adulto que envuelve de un halo de fantasía.
"Todos los mayores han sido primero nií±os (pero pocos lo recuerdan)"
Esta frase ilustra como el hombre se olvida de manera paulatina de lo que significaba ser nií±o, un tramo de la vida en el que la bondad y la ilusión están más presentes. Con este arranque, Exupéry marca el territorio en el que se va mover la obra.
"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos"
Una frase para hacer mención a la importancia de equivocarse, tomar caminos inesperados y asumir riesgos en el camino de la vida.
"Y los hombres no tienen imaginación, repiten lo que uno les dice"
Exupéry escribió la obra en Estados Unidos, donde se encontraba exiliado tras la ocupación de Francia por parte de la Alemania nazi, un hecho que le atormentaba. La preocupación por el avance del fascismo y del autoritarismo se condensa en esa frase.
"Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada"
Exupéry previó con acierto como el progresivo cambio de una sociedad artesanal a otra industrial deterioraría la comunicación y las relaciones humanas, una idea que muchos ven reflejada en el mundo actual, con múltiples herramientas para interactuar pero con amplias capas de la sociedad que confiesan sentirse solas.
"Conozco un planeta en el que vive un seí±or muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: "¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!", lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!"
Un llamamiento a la pasión, al amor y a la necesidad de que el hombre no olvide sus raíces. Abandonarse al trabajo y hacer de él el núcleo central de la vida no hará a los hombres más felices.
"Se debe pedir a cada cual lo que está a su alcance realizar"
Una idea para ilustrar como la exigencia del hombre debe centrarse en terrenos donde su capacidad de trabajar se encuentre con su habilidad para disfrutar, en lugar de hacer de la vida un lugar repleto de insatisfacciones.
"No era más que un zorro semejante a cien mil otros"
Pocas frases en la historia de la literatura universal han resumido de manera más sencilla y brillante el sentido de la amistad, un concepto clave en ´El Principito´.
"¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?"
La futilidad de la acumulación de riquezas materiales es desnudada de forma brillante por Exupéry, que critica la desmesura de la Humanidad en la búsqueda del dinero como fuente de felicidad.
"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros"
Un pasaje que hace incidencia en la importancia de desterrar prejuicios y, sobre todo, en la necesidad de conocerse a uno mismo, saber sus fortalezas y debilidades, y a partir de ahí obrar en consecuencia, con respeto a los demás y a uno mismo.
"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos."
Una frase que resume como la belleza y la felicidad que el hombre busca en su día está presente en el amor que es capaz de dar y recibir.