
La muerte del nonagenario se produjo el pasado viernes.
Por: Agencias
Alemania.- El ex miembro de las SS hitlerianas Oskar Grí¶ning, conocido como el 'contable de Auschwitz' ha muerto en un hospital a los 96 aí±os de edad, según informa el semanario 'Der Spiegel' en su edición digital citando fuentes judiciales.
Su estado de salud precario, pese a lo cual, debía ingresar en prisión para cumplir una condena de cuatro aí±os por complicidad en la muerte de 300.000 judíos. Los abogados de Grí¶ning habían evitado hasta la fecha su encarcelamiento mediante una serie de recursos. En la actualidad, estaba pendiente de resolución una solicitud de indulto, su última baza para evitar ir a prisión.
El pasado diciembre, el Tribunal Constitucional había ratificado la condena emitida por la Audiencia de Lí¼neburg (norte) en 2015 y rechazado el recurso presentado por el condenado contra su ingreso en prisión, por razones de edad y delicado estado de salud.
Grí¶ning había ingresado con veinte aí±os en las Waffen-SS, en 1941, y dos aí±os después empezó a servir en el campo de exterminio de Auschwitz. Su tarea era incautar las pertenencias de los deportados, con lo que contribuyó a financiar el III Reich, ya que se encargaba asimismo de hacer las correspondientes transferencias a Berlín.
Tras la caída del nazismo, Grí¶ning fue transferido a un campo de internamiento británico. Una vez puesto en libertad, volvió a la vida civil como contable en una fábrica de vidrio.
Incautaba el dinero de los prisioneros
El proceso contra Grí¶ning, que llegó en 2016 incluso al Tribunal Supremo, fue exponente de los juicios tardíos por crímenes del nazismo, abiertos tras el precedente marcado por el caso del ucraniano John Demjanjuk, condenado en 2011 a cinco aí±os de cárcel por complicidad en las muertes del campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.
Grí¶ning admitió en su juicio, celebrado en 2015 en la Audiencia de Lí¼beburg (norte del país), su "complicidad moral" en las muertes de Auschwitz, donde cumplió labores tales como la incautación y administración del dinero y las pertenencias de quienes llegaban como deportados.
El procesado mostró su arrepentimiento y pidió perdón a los supervivientes y familiares de las víctimas de la acusación particular y lamentó no haber actuado en consecuencia ante unos crímenes de los que, dijo, fue perfectamente consciente.
Con información de El Mundo