
Lo recaudado se destinará a los gastos de viajes a la quimioterapia.
Por Hilda Aguilar
Piedras Negras, Coah.- íngel Emmanuel Lucio Infante tiene ocho aí±os de edad, pero desde que cumplió cuatro aí±itos inició su peregrinar al caer de uno de los juegos del jardín de nií±os, lo llevaron al médico y ahí fue donde le diagnosticaron que padecía leucemia aguda y que tenía que entrar en una serie de quimioterapias.
La seí±ora Yolanda Mariel Soto, madre de Angelito, dijo que han sido largos aí±os de lucha incansable para lograr que su hijo se recupere, pero ha sido todo contrario, la enfermedad avanza y solo resta pedirle a Dios por que le conceda el milagro de recuperarse.
âCreíamos que con las quimioterapias que recibe cada mes, podría hacerle efecto y frenar el cáncer, pero con dolor lo vemos decaerseâ.
El aí±o pasado tuvo una recaída, le salió un tumor en la espalda y le hicieron cirugía para que no le avanzara, se logró mantenerlo con vida, pero ya no camina.
En estos últimos días le salió otro tumor en el estómago que tiene ramificaciones en el rií±ón y temen lo peor porque no es operable, porque el diagnóstico del médico fue de un 80 por ciento para extirparlo y un 20 por ciento de probabilidades de vida para Angelito.
La madre de Angelito dijo que requieren de dinero para seguir adelante en las terapias de quimio que recibe en Monterrey, la próxima será el 6 de marzo, afortunadamente tienen seguro social, pero el transporte ellos lo absorben, porque el menor no puede ir en el camión reducido a un lugar, él tiene que ir acostado y amplio para soportar el traslado.
Ahorita están realizando otra actividad que es una lotería de dinero, la cual llevarán a cabo el miércoles de la semana entrante en un saloncito de la colonia Guillen, motivo por el cual están invitando a la comunidad en general a participar por una noble causa para seguir atendiendo a Angelito.
Van a ser tres tablas por cien pesos, con 10 jugadas de cien pesos, 5 jugadas de 50, dos de 150, un intermedio de 200 y un extra de 30 dólar.
Angelito dijo a Zócalo que quiere que Dios le conceda aliviarse para volver a jugar con sus hermanitos, correr con ellos.