
Cuando Santiago Mendoza cumplió ocho meses ya pesaba 20 kilos, el doble de su hermano de tres aí±os.
Por: Agencias
Colombia.-Â Hace cuatro aí±os se conoció en Colombia un hecho hasta el momento insólito: el bebé más gordo del país, Santiago Mendoza, tenía ocho meses y pesaba 20 kilos. Duplicaba a su hermano mayor, de 3 aí±os. Pero gracias a un tratamiento médico al que se sometió con apoyo de científicos de Dinamarca, su vida cambió. En los principales medios colombianos se divulgaba la foto de Santiago: un bebé sonriente con una cara redonda, una gran papada y rellenos en sus piernas y brazos que no le dejaban cerrar sus extremidades. La situación causó preocupación entre el gremio médico por el alto riesgo que tenía el nií±o de sufrir de un paro cardíaco o de diabetes. A su corta edad, el pequeí±o presentaba síntomas compulsivos, apetito desmedido y ansiedad por la comida. Su madre, Eunice Fandií±o, un ama de casa y vendedora de verduras, declaró ante medios que podía ser la responsable de la obesidad de su hijo. Ella intentaba saciar y complacer al bebé cuando lloraba por comida. Entonces, todas las miradas de reproche se posaron ante ella, acusándola del grave problema del pequeí±o. EL ROL DE LA FUNDACIíN GORDITOS DE CORAZíN A través de las noticias, la fundación Gorditos de Corazón conoció el caso de Santiago y de su humilde familia que residían en Agustín Codazzi, un municipio del César, cerca de la frontera con Venezuela. Comenzó así un proceso de intervención psicoterapéutica para recuperar la salud del bebé. Según reporta el diario El Tiempo, en septiembre de 2014, Eunice viajó con Santiago a Dinamarca, donde sería atendida por un grupo de especialistas del Hospital Infantil H. C. Andersen. Allá desestimaron lo que hasta el momento médicos colombianos atribuyeron a desórdenes alimenticios. La enfermedad es una condición muy rara que se produce por una mutación genética que hace que el nií±o no produzca la hormona que suprime el hambre. Ocasiona una obesidad grave que inicia a temprana edad; aunque el bebé nazca con peso normal, sube de peso rápidamente durante su infancia. En el mundo solo se han registrado 34 casos de personas con déficit de leptina congénita. Hoy Santiago Mendoza tiene 4 aí±os y pesa 26 kilos. Gracias a su diagnóstico temprano pudo entrar en un tratamiento con metreleptina, un medicamento que le aplican todos los días mediante inyecciones en los brazos, las piernas y alrededor del ombligo. Pese a lo incómodo del proceso, este le salvó la vida. Pero la preocupación en Latinoamérica sobre la obesidad infantil se mantiene: según reporta la Organización Mundial de la Salud, en países emergentes el sobrepeso en nií±os en edad preescolar supera el 30%.